lunes, 19 de octubre de 2009

villarcayo

El municipio de Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja se emplaza en el norte de Burgos, en el centro de las Merindades.

Tanto el impresionante paraje que el río Ebro ha originado en el desfiladero de los Hocinos , al abrirse paso entre las sierras de la meseta y Tudanca, como toda la ribera del Nela, Peña Horrero o la Canaleja son algunos espacios naturales que conforman las Merindades

El Soto es un privilegiado espacio formado por campas, jardines, arboledas, paseos y unas excepcionales piscinas naturales a escasos metros del centro de la Villa de Villarcayo.

Junto al encantador medio natural, se encuentran dispersos por la Merindad más de 30 pueblos llenos de historia y arte.

El testimonio de la alta edad media se constata en la rocosa necrópolis de Peña Horrero, en el Eremitorio de la Mosquita de Incinillas, y en los enterramientos antropomorfos de Villacomparada y Cigüenza.

La Merindad de Castilla la Vieja fue una de las siete antiguas Merindades, regidas por un Merino que actuaba como delegado Real. Es el año 1560 durante el reinado de Felipe II cuando el doctor Mendizábal, establece en la localidad de Villarcayo, la capitalidad de las Merindades. Ya en este siglo, la Merindad de Castilla la Vieja y la villa de Villarcayo se fusionan formándo el actual municipio.

La mayoría de los pueblos de la Merindad guardan en su interior la herencia de su glorioso y batallador pasado: Torres, palacios, Casas fuertes y casonas solariegas.

La arquitectura popula r está basada en el modelo de la casa montañesa, cuyo elemento más característico está en la solana o balcón corrido de madera que se emplaza en la planta alta. Es también tradicional un ancho portalón de acceso al patio, que se cubre con un pequeño tejado.

Junto a edificios civiles y casas populares, existen numerosas iglesias románicas y góticas, entre las que destacan las de Bisjueces, la Aldea, Villanueva la Blanca, Escaño, Insignias, Villacomparada, Torme y Escanduso, y esta última calificada como una de las más pequeñas del románico mundial.

El museo del monasterio de Santa María la Real, expone los restos de los monasterios de Vileña y Río Seco, entre los que resaltan sus sepulcros.

Las galerías acristaladas, el quiosco de música, el ayuntamiento y la torre del corregimiento, resaltan en la plaza mayor de Villarcayo. Desde el interior de la modernista iglesia de Santa Marina se puede admirar el colorido de sus originales vidrieras y catalogadas entre las mejores de España.

Además de la cita semanal del mercado de los lunes, tradición vigente desde que en el año 1571 se otorgará a ese derecho a la villa, Villarcayo celebra la feria de Pascuilla y la del Corpus, donde podemos encontrar toda clase de productos típicos.

En los meses veraniegos varias localidades del municipios rinden homenaje a su patrón. En la villa, además de las fiestas patronales en honor a nuestra Señora y San Roque, goza de gran popularidad la verbena de las Guindas, que se convierte en una obligación para el visitante la degustación del artesanal licor.

Cada año asciende la participación en el popular carnaval, que atrae a los visitantes de todo el contorno y de provincias limítrofes. En los últimos años se celebra en la villa del día de las Merindades: danzas, artesanía, turismo, degustaciones y charlas, son algunos de los alicientes de la jornada, que reúne en el soto a numeroso público.

El concurso nacional de salto s anima al final del verano. La villa se ha convertido en un obligado punto de encuentro para los amantes del caballo por las distintas ferias y concursos que existen a lo largo del año.

En el año 1998 comienza su andadura el concurso de caballo Hispano Bretón, que intenta mantener razas pequeñas que se encuentran en peligro.

Afamado son los productos gastronómicos del municipio, y en especial su chorizo que ha dado gran renombre Villarcayo. Vale la pena degustar la miel, los pasteles, las patatas fritas, el queso fresco, la morcilla y las carnes de vacuno, que ya cuentan con una garantía de calidad.

Los restaurantes de municipios tienen bien merecida su fama por la elaborada cocina tradicional, basada en la utilización de ingredientes de primera calidad. La oferta de restauración se adapta a todas sus economías y necesidades. Entre algunas opciones señalaremos las siguientes: Hotel la Rubia, Mesón El Cid, Posada Granja Ribacardo, Hostal Plati, Restaurante La Chaparrilla, El Callejón, El Casino, Los Hermanos, Laín, La Tabla, Taberna Sebas, El Barral, Pereda y Asador Villarías.

Otros establecimientos son la Cervecera las Francesas, Chico, Jauja, River, D. Nuño, Jarras, Luis Moni, Bodega Santos Juanes, Ana Mari, Bruno y Felipe.

Todos los alojamientos, Hotel la Rubia, Doña Jimena, Hostal Plati, Mini Hostal, Pensión Munich, Casa Rural el Kabauter y Posada Granja Ribacardo han optado por la creación de una oferta de calidad. El complejo de las francesas está formado por el camping y las piscinas públicas.

En el entorno natural de El Soto se encuentran el resto de instalaciones deportivas y de ocio: paseos, campos de fútbol, frontones, pistas de tenis, y las excepcionales piscinas naturales del río Nela.

La residencia constituyó otro de los pulmones de la Villa. Se trata de un espacio donde existen distintas edificaciones rodeadas de una gran variedad de vegetación, con gran color sobre todo en los meses de otoño.

El tiempo de ocio, podemos realizar distintos itinerarios y paseos por la naturaleza, incluido un tramo del sendero GR-1, que enlaza Gayangos con la bella localidad de Puentedey. Golf, pesca, bici de monEL ARTE EN VILLARCAYO DE MERINDAD DE CASTILLA LA VIEJA

- El arte: El testimonio de la Alta Edad Media queda reflejado en el eremitorio de "La Mosquita" en Incinillas, y en necrópolis como las de S. Andrés, en Cigüenza, y Peña Horrero en Fresnedo, enclavada en un impresionante cerro. La mayoría de las iglesias de la Merindad cuentan con elementos románicos, destacando por su interés artístico las de Villacomparada de Rueda, Torme y Escaño. El Gótico y el Renacimiento tienen su mejor representación en las iglesias de Bisjueces y La Aldea, así como en el retablo de la iglesia de Horna. Salazar y Villanueva la Blanca conforman los conjuntos de mayor interés arquitectónico. La casa rural característica es de planta cuadrada, con solanas, cubierta a cuatro aguas y utiliza la piedra en su construcción. Existen numerosas casas con blasones y otros elementos de la arquitectura culta. En sus localidades destacan los siguientes elementos:

Villarcayo: Capital de la Merindad. En su emplazamiento destaca el conjunto de la Plaza Mayor con el Ayuntamiento,construído en 1891, donde se encuentra el archivo del Corregimiento de Villarcayo, con interesantes documentos de la historia de las Merindades. Junto a la Casa Consistorial se encuentra el Juzgado, que ocupa las dependendencias de la antigua Casa de Justicia y cárcel, de las que quedan pocos restos: un escudo real empotrado en la fachada y la denominada torre del reloj (s.XVI). En la calle Santa Marina se encuentran, los mejores ejemplos de su pasado, las casas de Díez Isla y Danvila de los siglos XVII y XVIII. La iglesia parroquial destaca por sus líneas modernas, con unas vidrieras de especial interés. Otro elemento muy importante de la localidad es el Monasterio de Santa María la Real de Vileña, que está situado a la salida de Villarcayo en un moderno edificio, en la carretera de Medina. Emplazado en Villarcayo desde 1970 a consecuencia del incendio producido en el primitivo monasterio de la Bureba. En su interior hay un museo con una excelente colección de sepulcros góticos: destacan el de Doña Urraca, la fundadora del convento, y los sepulcros de los Rojas en madera policromada. En imaginería religiosa sobresale la talla de Santa María de Vileña del s. XIV y el calvario del siglo XIV, y en pintura el fresco de Jesucristo Resucitado y los restos del antiguo artesonado; Asimismo, se conserva una importante colección de documentos. El horario de visita es: sábados y domingos de 4 a 6 h. ó previa petición.).

La Aldea: Iglesia de la Santa Cruz, fundamentalmente gótica aunque con algún elemento románico de transición. En el exterior destaca la gran torre, de aspecto militar (s.XIV) situada a los pies de la iglesia,de características únicas en la comarca. Casa-torre de los Salazar y Zorrilla (s.XVI).

Bisjueces: Aquí señala la tradición el lugar donde los Jueces Laín Calvo y Nuño Rasura impartían justicia. Iglesia parroquial de San Juan, renacentista con valioso pórtico del siglo XVII, que cobija una elegante portada renacentista. En ambos lados de la puerta se encuentran las estatuas sedentes de los jueces.

Villalaín: Iglesia parroquial de Santa Eulalia del s.XVI. Palacio-torre de la familia Díez de la Isla, construcción del siglo XIV, con arquería renacentista y escalera monumental. Ermita de Santa María del Torrentero, originariamente románica reformada en los siglos XV y XVI. Cuenta en su interior con interesantes pinturas murales de finales del siglo XIV.

Horna: Casa-fuerte de los López de Cartes (s.XVI), tesoreros de las Merindades. Iglesia de San Andrés, de factura del siglo XVI, con portada de la época. En su interior conserva un hermoso retablo del Renacimiento (siglo XVI) con magníficos relieves representando pasajes de la Virgen y del Señor.

Cigüenza: Iglesia parroquial de San Lorenzo del siglo XVIII. Ermita de Nuestra Señora de la Tabla, s. XVIII. Necrópolis altomedieval de San Andrés con sepulcros antropomorfos excavados en roca.

Escanduso: Iglesia de San Andrés, con estructura románica, considerada como una de las más pequeñas del arte románico en el mundo.

Escaño: Iglesia románica de San Salvador; destaca el ábside con elementos decorativos de interés. Se conserva una inscripción en latín con fecha de 1121.

Salazar: Núcleo de gran interés histórico-artístico que conserva numerosas casas blasonadas, de excelente construcción, en algunos casos completas de sillería con zaguanes y excelentes escudos. Iglesia gótica de San Esteban que guarda un interesante cristo de alabastro. Ermita de San Bartolomé, de construcción tardía, con algún elemento reaprovechado, como la celosía de una ventana que puede ser mozárabe. Las Torres de los Salazar son los edificios fortificados más simbólicos y constan de dos torres y cuerpo central, fueron levantadas entre los siglos XVI y XVIII. Las torres fueron el solar de esta familia, de gran protagonismo en la historia de la comarca y en el desarrollo de Castilla. En la parte trasera de la casa hay una hermosa galería a modo de logia renacentista.

Villanueva la Blanca: Núcleo que conserva numerosas casas armeras, algunas de buenas fachadas. La mayoría con arcos de medio punto en la entrada y escudos u otros elementos formales góticos, barrocos y renacentistas. Iglesia de San Pedro, de una nave del siglo XVII, conserva un interesante altar de esa fecha con pasajes de la Pasión.

Torme: Conserva varias casas armeras de interés. Destaca la Casa-palacio del siglo XVI, perteneciente a la familia López de Salazar situada a la entrada del pueblo con exquisita decoración renacentista en la fachada principal. Iglesia de San Martín: siglo XII, con elementos románicos en su ábside, en los capiteles y en la portada. Ermita de los Mártires, a un kilómetro del pueblo a orillas del Trema.

Fresnedo: En sus alrededores se encuentra emplazada la necrópolis altomedieval de Peña Horrero, de gran interés histórico. La Iglesia de San Pantaleón es de estilo gótico/renacentista y tiene un gran tamaño.

Bocos: Lugar del señorío de los Medinilla. La iglesia de San Pedro conserva una sencilla portada románica del siglo XII, siendo el resto del edificio del siglo XVI. Junto a la iglesia la muralla y la portada con escudo del siglo XVIII, restos del antiguo palacio de los Medinilla.

Villacomparada de Rueda: Iglesia románica-popular de San Martín del siglo XII. Destaca el ábside y la bóveda de cañón con arcos fajones. El conjunto del edificio es muy armonioso.Palacio de los Saravia de Rueda (s.XVI). Casas blasonadas, destacando una pequeña torre al fondo del pueblo, reconvertida en vivienda rural. Restos de necrópolis altomedievales. Andino : Torre-palacio de los Rueda s.XV, derruido.

Barruelo: Casas blasonadas e iglesia de la Magdalena, ss XV, XVI.

Barriosuso: Iglesia de San Miguel, gótico popular.

Campo: Iglesia románica popular del siglo XII. Casillas: Iglesia de San Román. Gótico popular.

Céspedes: Iglesia de San Martín. Interesante conjunto de arquitectura popular con numerosos elementos de arquitectura culta: blasones, ventanas apuntadas, dinteles labrados etc. Incinillas: Iglesia con restos románicos del siglo XII.

Mozares: Iglesia de San Román, barroco popular, de reducidas dimensiones.

Santa Cruz de Andino: Torre de los Gómez de Porras e iglesia siglos XVI-XVII con decoración heráldica en su interior.

Villacanes: Casona solariega.

Villanueva la Lastra: Casa torre de Ribarcardo, construcción del siglo XIV, una de las casas más antiguas conservadas en la comarca. Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. Gótico popular.

Villarías: Palacio de los Arce. Interesante casa armera de grandes dimensiones.

taña, equitación y los deportes náuticos completan la oferta.

- La historia: históricamente la Merindad de Castilla la Vieja formó parte de las siete antiguas Merindades, regidas por un Merino que actuaba como delegado real. Durante la Alta Edad Media se construyeron numerosas de fortificaciones que dieron nombre a la comarca y posteriormente al Reino. Aquí apareció la institución de los Jueces de Castilla (Laín Calvo y Nuño Rasura). El establecimiento de la capitalidad de las Merindades en Villarcayo, en 1560, (hasta entonces estaba en Medina de Pomar) condicionó el desarrollo de la villa, que tomó un marcado carácter de centro de servicios, que mantiene hasta la actualidad. Desde 1571 se celebran tradicionales y animados mercados semanales todos los lunes donde es posible encontrar todos los productos típicos de la comarca; La antigua Merindad de Castilla la Vieja se fusiona con la localidad de Villarcayo en el año 1975.

- Deportes y ocio: El municipio cuenta con numerosas instalaciones deportivas; El complejo deportivo "El Soto" dispone de campos de fútbol, frontón, frontón cubierto, pistas de tenis, cancha de baloncesto, pistas de futbito y bolera; Villarcayo tiene además polideportivo y piscinas municipales. En el río Nela se puede disfrutar de piscinas naturales. En la mayoría de los pueblos hay boleras de tres tablones. El entorno es idóneo para la práctica de deportes estrechamente ligados al medio natural: senderismo, piragüismo, equitación, caza y pesca, esta última actividad practicable en el Nela y el Trema. Las características físicas del municipio permiten el uso tanto de la bici de montaña como de paseo. El complejo del parque del soto es el mejor lugar de esparcimiento y de recreo para los visitante y habitantes de la Villa. En diferentes puntos existen zonas acondicionadas para el baño y el recreo: Escanduso (km 6), Escaño, Tubilla, Cigüenza (el cauce), Villarcayo (piscinas, la presa y las francesas), Bocos, Torme (presa y cerca de Butrera), Mozares y Remolino. El campo de Golf de Villarías amplia la oferta deportiva del municipio.

- Tradiciones y fiestas populares: Desde el año 1571, la localidad tiene el privilegio de celebrar mercado semanal todos los lunes. El lunes de Pascua y el día posterior al Corpus Christi Villarcayo celebra dos importantes ferias. Las fiestas de la Merindad, celebradas en su mayoría durante el periodo estival, gozan de gran afluencia de visitantes. En Villarcayo destaca la verbena de Santa Marina, el 17 de julio, que incluye la degustación del típico licor de guindas; el 31 de julio ,día de San Ignacio, se celebra una jornada de confraternización con los visitantes. Las fiestas patronales de Nuestra Señora y San Roque, se celebran desde el 14 hasta el 18 de agosto. Asimismo a finales del mes de agosto tiene lugar el tradicional concurso nacional hípico de saltos. Las fiestas de Carnaval han experimentado un gran auge en los últimos años. Los pueblos de la Merindad tambien celebran en la época estival sus fiestas patronales que son muy concurridas.

- Gastronomía: La gastronomía de la Merindad es muy variada; sobresalen especialmente los embutidos, como el chorizo y la morcilla que tanta fama han dado a Villarcayo. Otros productos que se elaboran en el municipio son el queso fresco, las patatas fritas, la rosca (pan con chorizo) y la repostería. También no se deben de olvidar todos los derivados de la miel y de los lácteos que se envasan en la villa. Las carnes en general destacan por su excelente calidad, y prueba de ello es la reciente creación de una marca de calidad: Carne de las Merindades.




miércoles, 14 de octubre de 2009

medina de pomar

Medina de Pomar está situada en el centro de la comarca de las Merindades. Su ubicación casi equidistante de cuatro grandes capitales españolas, de las que la separan apenas 100 km. de recorrido: Burgos (85), Santander a (102), Bilbao (78), y Vitoria (95).

El extenso municipio medinés (más de treinta pueblos y aldeas lo componen) es uno de los pocos municipios rurales burgaleses que ha visto aumentada su población en los últimos años, pasando en la actualidad de los 5600 habitantes de derecho, aunque si hablamos de los de hecho en los fines de semana y veranos dicho número habrá que multiplicado por siete.

El municipio está presidido por la ciudad, y éstá por su primitivo casco histórico, que ocupa una pequeña colina desde cuya cima un impresionante castillo parece erigirse en su pretil pétreo vacilante.

Medina de Pomar es un poblamiento antiquísimo, cuyos fueros o Carta Puebla, concedidos por el rey Alfonso VII El Emperador (1126 a 1157) y basados en los de Logroño, son unos de los más antiguos de España.

Desde su fundación, Medina, fue Villa realenga, esto es, dependiente del Rey, a quien pagaba directamente los tributos, hasta que Enrique II, mediante documento fechado en Toro el 22 de noviembre de 1369, la cede en señorío su camarero mayor don Pedro Fernández de Velasco como recompensa por su apoyo durante las campañas guerreras contra su hermanastro Pedro I.

Nombrada ciudad por concesión de la Reina Regente Dña. María Cristina en 1894, al reconocer, con toda justicia, su empuje social y valía económica, Medina de Pomar aunque mantiene en pie numerosos monumentos arquitectónicos de indudable valor histórico artístico, que la convierten en un importantísimo foco de atracción turística y cuyos hitos más sobresalientes son:

Casa consistorial.
Está enclavada en el lado norte de la plaza Juan Francisco Bustamante o plaza mayor. Es una construcción de 1898, cuyo proyecto y dirección de obra se debió al arquitecto Sr. Calleja, quien tuvo el buen gusto de respetar la tradición de porticado, que siempre gozó este rincón medinés, dotando a su obra de soportales.

Su salón de plenos, decorado por el pintor burgalés (era natural de Villaverde de Peñahorada) D. Julio de Val Y Cólume, el sombrío prototipo de las casas consistoriales erigidaS a caballo entre los siglos XIX y XX.

Alcázar.
Más conocido popularmente como las Torres, se levantó en el extremo suroeste de la ciudad por el primer señor de Medina, D. Pedro Fernández de Velasco y su mujer doña María Sarmientos, hacia la década 1370-1380. El cuerpo central de esta emblemática construcción que está flanqueado por dos torres prismáticas que confieren al conjunto un importante aspecto de fortaleza que, seguramente, se vería incrementado con el foso y contrafoso que rodeo en un tiempo el edificio. El interior, objeto de una profunda remodelación hace unos años, sólo mantiene los paños, vanos y algunos restos de frisos mudéjares con frases en latín y en aljamía de su primitiva fábrica. Desde los adarves de sus terrazas se divisan amplias y bellas panorámicas. El edificio está en proceso de habilitación para diversos proyectos culturales como son el museo didáctico, el archivo histórico, sala de exposiciones, pinacoteca municipal, y sala de congresos, etc.

Monasterio de Santa Clara, hospital de Veracruz y Ermita de San Millán.
Este verdadero complejo monumental tiene su estrella en el monasterio de Santa Clara, habitado desde su creación por una comunidad de religiosas que Clarisas, que lo cuidan con ese exquisito mimo y diligencia.

Fundado por Don Sancho Sánchez Sánchez de Velasco, Adelantado mayor de Castilla en el reinado de Fernando IV, y su esposa Dña. Sancha García mediante escritura otorgada en Baeza el 13 de enero de 1313.

El monasterio de Santa Clara está declarado de interés cultural y se presenta en la actualidad como el resultado de obras, Levantes y reconstrucciones de épocas diferentes y bajo estilos tan distintos como el gótico, renacentista y el barroco. Entre los elementos más destacables del monasterio está en el propio templo, de nave única, en el que sobresalen su capilla de la Concepción, incluida su sacristía; el mausoleo de D. Íñigo Fernández de Velasco y su mujer doña María Tovar; el coro con su sillería (todo ello obra de las primeras décadas del siglo XVI); el museo, que muestra en sus vitrinas piezas únicas de delicadísima y meritoria labor artística, entre las que destaca un Cristo yacente, obra de Gregorio Hernández, una tabla flamenca, un cuadro de Hendrick de Clerck (1570-1630), ropajes litúrgicos y objetos de culto, entre otras muchas piezas, o, ya en clausura el magnífico claustro de los pisos y las antiguas sala capitular y sala de refectorio.

Muy cerca del monasterio, en realidad contiguas al mismo, están las ruinas del que fue famoso y bien dotado hospital de la Veracruz, fundado por don Pedro II Fernández de Velasco, conde de Haro en 1438 siendo uno de los más señoriales edificios civiles de su época. Está en estado de consolidación para poder ser visitado.

En un extremo del que fuera patio de la entrada del hospital de la Veracruz, se ubican los restos de la iglesia románica de San Millán siglo XII, el edificio más antiguo que se conserva en Medina, nombrado en la escritura de fundación del monasterio de Santa Clara y que tal y como se desprende de los adornos de conchas en los capiteles del arco triunfal, fue hito de peregrinos. Se mantiene bien el ábside y el arco de entrada a la nave única.

Iglesia de Santa María del Salcinar del Rosario.
Este templo ya aparece aludido en los mismos Fueros de Medina, aunque su fábrica actual, que presenta numerosas reformas y añadidos, parece, básicamente de finales del siglo XIII, abovedandose a lo largo del XIV.

La Virgen del Rosario es la patrona de Medina, y la iglesia, a ella dedicada desde 1571, constituye uno de los más importantes templós rurales, a efectos funerarios, de la provincia de Burgos. El interior está ordenado en tres naves, más ancha la central.

Entre las muchas cosas de interés que admiramos en él, destacan los lucillos funerarios de la capilla de los Toba (siglo XIV); el retablo barroco del altar mayor (primer tercio del siglo XVIII), cuya hornacina central ocupada por una imagen de la Virgen titular (mediados siglo XVIII) donada por don Agustín de Villota (1728-1779); el retablo conocido como "La agonía de Jesús" (siglo XVII); el interesante órgano rococó 1770 realizado por el famoso organero riojano D. Antonio Sanjuán en sus talleres de Logroño y, entre otras cosas más, la tracería de las bóvedas del coro y sotocoro.

Puerta de Oriente y Arco de la Cadena.
Medina de Pomar, tal como su nombre indica, fue Villa amurallada, no sólo por una sino por dos murallas, las que ahora vemos fueron promovidas por Sancho Sánchez de Velasco y continuados por su linaje a lo largo de este siglo hasta cerrar la Ciudadela o barrio castellano. En la centuria siguiente se completaron con otra exterior que cerraba lo que hoy constituye el casco histórico. 5 puertas daban entrada al recinto: Somovilla, San Andrés, Villarcayo, Santa Clara y la de oriente, en la que moría o nacía el camino real de Burgos.

Forman parte su arco y pasadizo en ángulo de lo que fuera torreón del antiguo alcaide de la ciudad, levantado en la misma época que el Alcázar. En la confluencia con la calle mayor de este pasadizo se encuentra la llamada Puerta de la cadena, que daba acceso al recinto de la Ciudadela, presidido por la iglesia de Santa Cruz y el castillo. Debe su nombre al hecho de estar instaladas en ella dos ferradas hojas de roble que cerraban el barrio castellano tras la queda mediante cabrestantes, cadenas, tranca y retranca.

Convento de San Pedro de la Misericordia.
Por una manda del testamento de D. Agustín de Torres, preclaro medinés, otorgado quince septiembre de 1562, surgió esta fundación que, hasta 1996, estuvo a cargo de monjas Agustinas.

Del edificio primitivo nada quedó, y en el periodo 1763-1776 se levantaron nuevas construcciones y el gran muro que, aprovechando los años de la muralla exterior de la ciudad, rodeaba la hermosa Puerta conventual. Hoy en día, de todo ello, sólo queda el edificio de la iglesia, una pequeña casa integrada en el hotel, y su capilla, convertida en cafetería.

En los terrenos de la huerta están ocupados por la actual plaza porticada de Somovilla, construida en 1979, y las otras edificaciones fueron derruidas para levantar en su solar un moderno colegio-convento.

De la iglesia destacamos la portada y, en el interior, el retablo en madera cruda del altar mayor, ambas construcciones del siglo XVIII efectuadas bajo ya cánones neoclásicos aunque con numerosas reminiscencias barrocas. La iglesia está dedicada a nuestra Señora de Loreto, cuya imagen aparece en la hornacina central del retablo mencionado.

Muralla interior. Plazuela del Corral.
Limitando la plazuela del Corral, una de las más típicas pintorescas de Medina de Pomar, por su lado sur, se encuentra un buen tramo de la muralla interior que, siguiendo la línea del arco de la cadena y los muros del que fuera Oratorio de San Felipe Neri, nos muestra un lienzo limitado por dos cubos que parecen jugar papel de contrafuertes más que defensivos. Forman parte de la ya comentada muralla interior o de la Ciudadela, cuya continuación podemos ver siguiendo la calle Antonia Torres, por la trasera de la iglesia de Santa Cruz.

Arco y Puerta de la Judería.
Donde se supone estuvo la entrada al barrio judío, cuyo eje principal era la actual calle Nuño Rasura, se alza este imponente arco de grandes dovelas conocido como arco de la judería que, sin embargo, está construido cuando ya no había judíos en Medina pues que es un levanté de finales del siglo XVI, seguramente sustituto de otro anterior.

A propósito de este rincón, se cuenta que, para seguir con su comercio y dado que a los cristianos, clientes principales de los judíos de esta calle, se les prohibía la entrada en la aljama tras el cierre de esta puerta, los artesanos y comerciantes judíos abrían sus tenderetes por la planta primera de sus casas aprovechando el desnivel existente con la calle Laín Calvo, paralela a la del Nuño Rasura.

Pasaje y Parroquia de Santa Cruz.
En el compás de la iglesia de Santa Cruz, asentada en parte sobre la muralla interior, se abre el pasadizo homónimo que permite llegar al mismo a través de dicha muralla. Es un delicioso y típico rincón 1000 veces fotografiado, pintado, dibujado y cantado por artistas y puerta.

La iglesia de Santa Cruz ya parece nombrada en un privilegio signado en Olmedo por Alfonso X El sabio el 31 de julio del año de la edad de 1312 (1274). Por dicho motivo y por algunos detalles arquitectónicos, como la estructura cruciforme de algunos pilares, varios capiteles historiados y la propia disposición en planta, inclina a situar su construcción de forma casi coetánea a la de la iglesia de l Salcinar, esto es entre los siglos y XIII y XIV y ampliada a los pies con posteridad. Tal las últimas obras de consolidación y limpieza, aparece ante los ojos del visitante con el empaque y belleza que otorga la piedra desnuda y la buena fábrica.

Aparte del elegante y proporcionado pórtico y portada neoclásicos que añadieron en 1801, en el interior del templo encontraremos muchos detalles de interés como el arcosolio funerario de don Hernando de Medina en el paño sur, con su arco carpanel de afiligranada bordura; la pila bautismal; los monumentos funerarios de don Pedro de Hontañón y de D. Llorente de Salinas (ambos del siglo XVI), situados en la cabecera; la imagen exenta de la Inmaculada concesión, obra de don Julián San Martín; lo retablos del altar mayor (1770), obra de Don Manuel de Bercedo; los dos que cierran las naves laterales, de estilo barroco y gran mérito y; la antigua sacristía (siglo XV); la sacristía actual siglo XVIII, en la que hay una mesa con gran tapa monolítica de granito, el coro, la puerta de peregrinos y otros.

Pero en Medina de Pomar no todo se reduce a la riqueza monumental de la ciudad (riqueza que se prolonga y ubica en otros muchos lugares de su municipio como ocurre con el retablo gótico que adorna el altar mayor de la iglesia de San Andrés en torres de Medina; o la belleza, armonía y interés artístico de los retablos que guarda la singular iglesia renacentista de San Saturnino, parroquial de Moneo; por la originalidad de los restos románicos de los templos rurales de Rosales, La Cerca y Villarán, entre otros muchos hitos), sino que se extiende a otros aspectos más afines a la vida cotidiana, como puede ser una buena e intensa oferta cultural durante todo el año; los parajes naturales que brindan al paseante las riberas de sus ríos, ricos en pesca; los cuidados jardines; la limpieza de sus calles empedradas; la abundancia de comercios bien surtidos; el incomparable encanto de sus numerosos veladores, en los que la vida parece transcurrir placentera sin prisas; y las bien dotadas instalaciones para el ejercicio del deporte, como sus piscinas, polideportivo, pistas de tenis, campo de tiro, etcétera, y también, cómo no, la animada marcha de su vida nocturna, pues está de manifiesto, sobre todo, durante los fines de semana y la celebración de sus fiestas patronales de octubre. Además, la ciudad posee numerosos establecimientos hoteleros y restauradores capaces de satisfacer los gustos de los viajeros más exigentes, poniendo a su disposición una cocina de calidad y variada, entre la que dispone de espacio preferente, como es natural, la castellana, sin olvidar la vasca, tan próxima y apreciada.

Medina de Pomar ofrece esta y otras muchas cosas al visitante y, sabedora de su vocación turística, lleva mucho tiempo preocupándose por mejorar estructuras y comportamientos para que su estancia sea lo más placentera y enriquecedora posible.

Esta preocupación, ese afán, ha sido reconocido, con todo merecimiento, por las más altas instancias oficiales de Castilla y León al otorgar a Medina de Pomar el premio C de turismo correspondiente al año 1997. Por algo será.


- Arte: Sobre todas las localidades del municipio destaca la ciudad de Medina de Pomar por su casco urbano, con edificaciones de interés: murallas, alcázar de los Velasco, Monasterio de Santa Clara, Iglesia de Nuestra Señora del Rosario y Hospital de la Veracruz. En el resto de las localidades, el mayor interés lo centra Salinas de Rosio, con sus restos de casa y mosaico romano y las antiguas salinas. La arquitectura popular es muy similar a la del Valle de Losa: casas de grandes dimensiones, de planta cuadrada, tejado a cuatro aguas, solanas, gruesos muros de mampostería y pequeñas ventanas.

Medina de Pomar: la ciudad fue declarada Conjunto Histórico Artístico de Interés Nacional en el año 1.973. La ciudad se asienta sobre un pequeño cerro, en un lugar central de una gran llanura. Dentro de ella destacan por su interés artístico su casco urbano formado por estrechas calles con casonas nobiliarias, rodeadas por las murallas, que conservan varias puertas medievales, la del arco de la Cadena (bajo la casa-torre del antiguo alcaide), la de Ronda, la del arco de la Judería y la puerta de Poniente. En su casco antiguo, en el que convivían las comunidades cristianas, mora y judía., se encuentra el ayuntamiento y las casonas de los Salcedo, Medinilla y de los Paz. También dentro del casco antiguo se encuentra el edificio más destacado de la ciudad por sus dimensiones, el Alcázar de los Velasco , que fue el solar de esta familia. El castillo de los Velasco está formado por dos grandes torres unidas por un cuerpo central y su carácter es totalmente defensivo debido a las almenas, grandes muros y escasos vanos. El Monasterio de Santa Clara está situado fuera de las murallas y fue fundado por Sancho Sánchez de Velasco en el año 1.313. En su construcción predomina el estilo gótico y destaca la nave central, su capilla adosada de la Concepción, el claustro y el museo, que conserva piezas únicas. Actualmente este Monasterio está habitado por la comunidad de Clarisas. El Hospital de la Veracruz , de estilo gótico y en mal estado de conservación, se sitúa junto al Monasterio de Santa Clara. La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario se emplaza cerca de la ribera del Trueba, en el parque del Salcinal. Su construcción comenzó en el siglo XII y se continuó en el XIII y XIV. La parroquia de Santa Cruz , situada dentro del recinto amurallado, conserva restos del siglo XII, aunque el edificio sea principalmente gótico del siglo XIV. En el interior existen tallas, esculturas y lienzos de interés. El convento de San Francisco es un edifico del que una parte se ha reconvertido en restaurante, quedando el resto en mal estado de conservación. Por último, el convento de San Pedro de la Misericordía es otro de los edificios de interés de la ciudad en el que destaca su portada.

San Martín de Mancobo: destaca su iglesia popular de una nave.

Pomar: la iglesia de los Santos Justo y Pastor es de estilo popular, con partes de románico y barroco.

Santurde: Iglesia de San Vicente de estilo popular, con partes barrocas y románicas.

Torres: Iglesia de San Andrés, de estilo gótico tardío

Villacomparada: La iglesia de San Juan Evangelista se comenzó a construir en el siglo XIV y su estilo principal es el popular. Además hay muestras de estilo barroco y cisterciense.

Gobantes: conjunto urbano casi abandonado; su iglesia es de estilo popular con partes románicas.

Criales: conjunto urbano e iglesia parroquial.

Salinas de Rosio: Villa de origen romano, que conserva aún las famosas explotaciones salineras y junto a ellas se encuentra un mosaico también de origen romano. La iglesia parroquial es de estilo gótico con añadidos y de gran tamaño. Dentro del núcleo hay varias cosonas.

Oteo: Iglesia parroquial y alguna casona.

La Cerca: la iglesia parroquial es de grandes dimensiones, con añadidos góticos sobre base románica. Frente a ella hay una hilera de casas de buena construcción. Una antigua edificación fue el antiguo edificio de la Junta de La Cerca.

Paresotas: tiene varias casonas solariegas y la iglesia parroquial.

Bustillo de Villarcayo: su iglesia de San Pedro Mártir es de estilo barroco, con influencia popular, de una sola nave y planta rectangular.

Moneo: la iglesia de San Saturnino es de estilo gótico tardío, renacentista y con pequeños añadidos barrocos. La ermita de Cantarranas, de estilo barroco, se sitúa junto al río. Llama la atención su puente.

Villarán: su iglesia parroquial tiene una nave con partes románicas: ábside semicircular, arquería ciega, crucero, portad y arquivolta.

Villatomil: Restos arqueológicos de origen romano.

Momediano: Núcleo con varias casonas solariegas.

DEPORTES, OCIO, TRADICIONES, FIESTAS Y GASTRONOMIA EN MEDINA DE POMAR

- Deportes y ocio: La localidad de Medina de Pomar cuenta con polideportivo cubierto, campo de fútbol y pistas deportivas municipales. En el municipio hay varios puntos en los ríos, acondicionados para el baño. Varias de las urbanizaciones residenciales tienen piscinas y pistas de tenis, algunas de ellas restringidas a los propietarios. Las posibilidades deportivas para practicar en contacto con el medio natural son muy amplias. Se puede hacer senderismo, bici de montaña y piragüismo. En el municipio existen varias zonas de recreo. En Medina de Pomar: la primera entre la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario y el Instituto, otra en el parque de Villacobos y otra en la Revilla, además de las existentes en las urbanizaciones privadas. En el Monte Público del Alto del Guardia existe una zona con merenderos y cocinas, muy próxima a Momediano.

- Tradiciones y fiestas populares: En la localidad de Medina de Pomar se celebra el mercado semanal todos los jueves del año. Las fiestas patronales se celebran en los primeros días de octubre, en la festividad de Nuestra Señora del Rosario, durante dos fines de semana consecutivos. Son de las fiestas patronales más animadas de la comarca. A lo largo del año se celebran dos ferias: el día de Santa Marina y San Miguel. El resto de los pueblos del municipio celebran unas fiestas patronales muy animadas. En la localidad de Criales se celebraba la Fiesta del Caballo Losino, caballo de raza autóctona, con unas características muy peculiares. En Baillo todos los años se celebra una romería que congrega a numerosos romeros.

- Gastronomía: Como productos que destacan en general los de repostería: las Pastas de Santa Casilda, los dulces elaborados por las monjas clarisas y la repostería de las distintas pastelerías.




lunes, 12 de octubre de 2009

el valle de losa

pues sigo el viaje por las merindades esta vez al valle de losa

NATURALEZA EN EL VALLE DE LOSA

Quincoces de Yuso : capital del Valle de Losa. Destacamos su puente medieval, su torre y varias casonas solariegas que conservan los escudos de los Velasco.

Calzada: interesantes pajares con frontales de madera. San Llorente: se conservan dos torres de los siglos XVI de las familias Salinas y Villamor. Iglesia con elementos románicos.

Villaluenga: núcleo de trazado medieval, junto al Jerea. Caserío con buenas formas. La ermita de San Antonio es barroca. Río de Losa: núcleo de planta alargada y trazado medieval. De especial interés es la torre de los Angulo, datada en el siglo XIV. La arquitectura popular mantiene los rasgos de la casa losina: gruesos muros de mampostería vista, volumen cúbico y solana en la planta superior, rehundida respecto a la fachada.

San Pantaleón: uno de mejores ejemplos del románico provincial. La pequeña ermita, ubicada en la parte superior de un gran peñón con forma de barco, está adaptada a la pendiente. Su interior, con dos niveles, posee una interesante decoración. La fachada principal se configura como el elemento más característico, y en su lado izquierdo aparece un atlante. Tanto canes como ventanas presentan una excepcional labor de talla. Son numerosas las leyendas que se centran en la ermita y en los milagros de San Pantaleón, lo que hizo que el lugar se transformara en un punto de peregrinación.

San Pantaleón

Castriciones: magnífico entorno natural el que rodea al caserío, donde se mezcla el pino con otras especies autóctonas.

Quintanilla la Ojada: sólido puente gótico sobre el Jerea, que parte desde una roca y consta de dos ojos apuntados y desiguales.

San Martín de Losa: junto a la carretera se ubica la villa romana de los Casajeros. Sus restos nos muestran la planta de esta villa agrícola. En su interior se descubrió un colorido mosaico.

Villalambrús: desde aquí se domina una buena panorámica del Valle. La iglesia de San Andrés es barroca popular.

Fresno: su bolera cubierta, de tres tablones, uno de los mejores ejemplos en Burgos, nos recuerda su carácter de espacio cívico. Bajo la cubierta se alberga el guardabolos.

Mambliga: buenos ejemplos de casa losina y de edificios auxiliares.

Hozalla: un privilegiado entorno natural rodea al pueblo.

Aostri: pueblo ubicado junto a terrenos ocupados por el cultivo de patatas y cereales. Su pequeña iglesia conserva algún canecillo románico.

Llorengoz: muy cerca está la Virgen de Orduña. En el pueblo, una casa presenta un arco apuntado. Buen queso el del lugar. Villaño: es curioso el acabado de la torre del campanario de su iglesia, rematado por una figura del Sagrado Corazón. En Villaño existe una ganadería de reses bravas, por lo que es posible ver toros.

Barriga: al buen emplazamiento del lugar se le añaden los mejores ejemplos de la arquitectura popular del valle. Junto a las casas existen numerosos edificios auxiliares (pajares).

Villacián: bello conjunto con un caserío disperso en pequeños grupos de dos o tres casas. En el pueblo destacan dos casas con arco apuntado.

Teza: otro pueblo con interesante arquitectura y una pequeña iglesia con elementos románicos. También existe una casona de estilo barroco. Presentan interés sus dos fuentes. Lastras de Teza: casas losinas.

Relloso: lugar tranquilo con un buen caserío. Desde aquí es posible acceder al nacimiento del Jerea, al Túnel de la Complacera y al Pico del Fraile. Antes de llegar, desde la carretera podemos contemplar San Miguel de Relloso y los restos de Quincoces de Suso, en cuyas cercanías se ubica la Cueva del Agua.

Lastras de la Torres: sobresale, además de su iglesia, una antigua casa conocida como la Torre, que conserva puerta y ventanas góticas y algunas saeteras.

Vescolides: resalta la espadaña de su iglesia en ruinas.

Villabasil: interesante conjunto popular.

Castresana: casas y construcciones auxiliares, mantienen los rasgos de la arquitectura losina. La iglesia completa el conjunto.

Realizar estas 24 visitas propuestas supone recorrer cerca de 90 kms y pasar una jornada agradable que nos ayudará a conocer mejor este hermoso valle.

Paseando por el Valle

Al Alto del Guarda

En la carretera de Quincoces a Calzada, una pista que parte a la derecha, entre últimos chalets, nos lleva a Cabañes de Oteo. Podemos contemplar la torre de vigilancia del Alto del Guarda. El camino que asciende a Robredo se adentra en un bosque donde domina el pino.

De Robredo descendemos por una ancha pista hasta llegar a un cruce, donde tomamos el ramal derecho. En el siguiente cruce, el desvío de la derecha asciende lentamente hasta el Alto del Guarda. La vista es excepcional. A 30 metros a la derecha del mirador, un empinado cortafuegos se encuentra más tarde con la pista que asciende a Robredo. Otra posibilidad para regresar es retomar el mismo camino de ida.

Los Montes de la Peña

Desde Relloso en dirección Norte, una ancha pista asciende bordeada por pinos y hayas. Tras recorrer cerca de dos kms a nuestra izquierda queda el Tunel de la Complacera, antigua comunicación con el Valle de Mena. Podemos continuar por la misma pista. A 4 kms se emplaza el pico del Fraile, desde donde la vista es impresionante.

Un peculiar suelo, formado por losas planas cubiertas con sedimentos poco profundos, ha dado nombre a este Valle del Norte burgalés.

Los cultivos de la tradicional patata losina ocupan el centro de esta amplia depresión, que es atravesada por el río Jerea. Al Norte, las cumbres rocosas de La Peña son límite natural con el Valle de Mena. Sierra Salvada al Norte y los Montes de Fresno al Sur, separan el Valle de los vecinos alaveses.

En el Valle de Losa llamará la atención del visitante, los distintos espacios naturales y su buen estado de conservación: el entorno del nacimiento del Jerea, el Pico del Fraile, el Puerto de Peña Angulo, el Monte de El Escabroso en San Martín y el Chorro en San Pantaleón.

La huella romana se puede constatar en la villa de "Los Casajeros" en San Martín y en los restos de vías en Calzada. Hacia el siglo XIV los linajes de los Angulo y los Velasco luchan por el poder local contra los Salazar. De estas guerras nobiliarias se mantienen las esbeltas casas-torres de Quincoces de Yuso, Río y San Llorente.

La Merindad de Losa, que formó parte de las Siete Antiguas Merindades, en el siglo XIX se disgregó en Juntas, algunas de las cuales componen desde 1982 el actual Valle de Losa.

Uno de los mejores ejemplos del románico, que destaca por la originalidad de su emplazamiento sobre, una roca con forma de barco, es la ermita de San Pantaleón.

La casa popular se conserva debido a sus gruesos muros de mampostería vista y a sus escasos vanos. En la cumbre achatada del tejado, una pequeña solana es su elemento más singular.

Junto a las casas se mantienen otros edificios auxiliares como potros, boleras, lavaderos, fuentes, pajares y abrevaderos.

La romería de San Antonio, en Villaluenga era la más importante. Aún se mantienen las romerías de San Martín, Villabasil, Llorengoz, San Pantaleón y la de la Cueva del Agua. Las fiestas de Quincoces gozan de gran popularidad. Ultimamente se ha recuperado la antigua Feria Ganadera de Quincoces de Yuso.

Diferentes posibilidades de ocio (bici de montaña, caza, equitación, senderismo, capeas y deportes aéreos), excelentes productos gastronómicos (patatas losinas, carnes, quesos de Llorengoz y Quincoces, miel y distintas variedades de setas) y excelente oferta turística (restaurantes, hostales y casas rurales) son alicientes para la visita.

LA HISTORIA EN EL VALLE DE LOSA

- Historia: El Valle tuvo gran importancia en la colonización romana, siendo buena muestra de ello la Villa Romana de San Martín, que es la villa agrícola situada más al Norte en España. Este municipio fue escenario en el siglo XIV de luchas banderizas por el poder local. En ellas, los Angulo y los Velasco vencieron a los Salazar y la familia Ortiz Calderón. Las magníficas torres fuertes de Quincoces de Yuso, Río Losa y San Llorente proporcionan una referencia visual de estas guerras nobiliarias. Los límites municipales de este municipio han sufrido grandes cambios. En el siglo XIX la antigua Merindad de Losa quedó dividida en varias Juntas: Oteo, Traslaloma, La Cerca, Río de Losa, San Martín y Aforados de Losa. Desde 1982 el ayuntamiento del Valle de Losa ha quedado formado definitivamente por la Junta de San Martín, Río Losa y algunas entidades de la Junta de Oteo. Otras localidades de esta antigua Merindad han pasado a integrarse en el municipio de Medina de Pomar. El limite norte del municipio, en concreto, la separación con la provincia de Vizcaya, ha creado numerosos conflictos a lo largo de la historia. Como curiosidades históricas señalar las constantes luchas entre los ganaderos de este municipo y Alava por la delimitación provincial de los mojones y la existencia en Villaño de una finca propiedad del Señorio de Vizcaya, que vio nacer a numerosos niños hijos de losinos para adquirir los derechos de los fueros vizcaínos (como no hacer el servicio militar).

EL ARTE EN EL VALLE DE LOSA

- Arte: Dentro de su variada riqueza patrimonial abundan los asentamientos de la Edad de Bronce y castros de la Edad de Hierro. También se encuentran huellas de la presencia romana en la villa de "Los Casarejos", en San Martín de Losa y en restos de vías romanas en las proximidades de Calzada. Sobresale la bella y pequeña iglesia románica de San Pantaleón. Su emplazamiento en lo alto de una gran roca asemeja desde la lejanía la forma de un navío. Curiosos y extraños personajes y figuras tallados en piedra han convertido a la ermita en centro de interés de romerías y leyendas populares. Sus pueblos conservan además magníficos ejemplos de arquitectura popular utilitaria como fuentes, herraderos, abrevaderos y boleras. Todas las localidades del municipio de Losa presentan una arquitectura popular muy interesante, caracterizada por grandes casas construidas con un tipo de piedra muy concreto, propio de la zona. Presentan planta cuadrada o rectangular, tejado a dos y cuatro agua y solana. Están realizadas con anchos muros de mampostería y vanos pequeños. Todas las construcciones están perfectamente adaptadas a los condicionantes climatológicos y topográficas de la comarca. Su arquitectura religiosa presenta una notable uniformidad. Son iglesias de gran volumen, construidas o ampliadas durante los siglos XVII y XVIII. Generalmente se trata de edificios de una nave con cabecera cuadrada o poligonal y torre-campanario. Son de excelente factura con sillería de gran calidad.

Relloso: Destacan sus edificaciones muy populares perfectamente adaptadas a la pendiente del terreno.

Lastras de la Torre: Enclavado en un paisaje de singular atractivo, sobresale la casa conocida como "La Torre"; de ella se conserva una puerta de ingreso gótica, ventana geminada y algunas saeteras del siglo XIV.

Quincoces de Yuso: Capital del municipio. Destacan varias casas solariegas que conservan algunos escudos con los veros de los Velasco. También es de interés el puente medieval sobre el río Jerea.

San Llorente: Se conservan dos torres del siglo XVI de las familias Salinas y Villamor. En la primera aún permanece un arco carpanel y molduras renacentistas.

Río de Losa: Tiene interés la torre de los Angulo, del siglo XIV. Conserva sus fuertes paredes, alguna aspillera y un escudo en la fachada.

Quintanilla la Ojada: Núcleo situado a ambos lados del Jerea, conserva un puente gótico de un sólo ojo en excelente estado.

San Martín de Losa: Se encuentra la Villa Romana de "Los Casarejos"; Destaca su emplazamiento, al ser la villa situada más al norte de la provincia de Burgos. Su distribución, distinta a cualquier otra conocida, merece el interés de estudiosos en el tema. De la villa se están recuperando distintos mosaicos entre los que destaca uno cuya decoración, absolutamente original, está formada por racimos de uvas.(En la actualidad no se pueden visitar estos mosaicos ya que se están realizando labores de restauración y conservación)

Fresno de Losa: En esta localidad se encuentra una de las mejores boleras Tres Tablones de Las Merindades; su distribución, con una plataforma sobre el espacio cubierto de juego, permite una visión más cómoda del juego para los espectadores. Esta plataforma se convierte en un quiosco para los músicos. Incluye guardabolos, pequeño almacén para bolas y bolos de madera.

San Pantaleón de Losa: Este pueblo destaca por la ermita de San Pantaleón se dibuja en lo alto de un peñasco que domina una pequeña vega del río Jerea. Este espectacular emplazamiento nos descubre una iglesia románica de pequeñas dimensiones. El pronunciado declive en que se levanta el edificio hace que el interior esté articulado en dos planos. El primero corresponde al tramo que se encuentra bajo la cúpula. De aquí, y mediante una serie de escalones, se accede al segundo piso, el tramo recto de la cabecera. La nave lateral es posterior y responde a una ampliación de la época gótica, como nos indica la bóveda de crucería de aristas en la cubierta. La portada se configura como el elemento más característico de esta construcción. En el lado izquierdo, aparece una gran figura, con rostro tratado al modo oriental, que para algunos estudiosos representa un atlante mientras otras investigaciones reconocen a Adán, taciturno y apesadumbrado bajo la carga del pecado. En el lado derecho, un cuerpo alargado dibuja un zig zag que encarna a la serpiente; bajo ella estaría Eva, resultando así la portada un conjunto de perfecta simetría. Las arquivoltas presentan decoración lisa; en ellas aparecen recuadros tallados con pies y cabezas humanos, reproduciendo posiblemente escenas de prisioneros. Sobre la portada destaca una ventana con decoración típica románica, con seis grandes capiteles labrados. El ábside es de gran sencillez, con un contrafuerte como elemento de separación entre el tramo recto y el tambor curvo. Destacan especialmente tres ventanas con decoración de máscaras y carátulas. Su interior es de una nave cubierta con cúpula sobre pechinas, de media naranja con forma bastante irregular. Sobre el escalón de acceso a la cabecera se levanta el arco triunfal que tiene su expresión al exterior en la espadaña. La escultura del interior en capiteles y ventanas repite la decoración de carátulas y otros temas de la portada. Esta ermita, perdida entre montañas y alejada de cualquier influencia exterior, ofrece un conjunto de valores innegables. La falta de hieratismo y simetría en su decoración apuntan hacia un artista que trabajó lejos de las "normas oficiales", configurando una obra de características excepcionales y únicas en la comarca. Pese a su extraña localízación, debieron ser miles los peregrinos que atraídos por el milagro de las reliquias de San Pantaleón, acudían cada año a la iglesia como nos demuestran las ampliaciones efectuadas para dar cabida a una multitud de devotos visitantes. La toponimia y el paisaje contribuyen poderosamente a la aparición de leyendas relacionadas con la ermita. Destaca la narrada por un peregrino inglés del siglo XII. Éste, al pasar por Losa se enteraría del milagro de la licuación de la sangre del santo y su imaginación haría el resto: El Ciclo Artúrico llevado a otro tiempo y otro lugar. La sangre sería la contenida en el Santo Grial (no muy lejos de aquí encontramos un pueblecito llamado Criales). El hecho de que la ermita se encuentre enclavada dentro del recinto de un castro de la Edad del Hierro (cultura de origen céltico) otorga a esta leyenda culta un cierto halo mágico y la entronca con las primitivas sagas bretonas.

Barriga: Pueblo con interesante arquitectura popular. La iglesia de San Cosme y San Damián de estilo popular, tiene una nave de planta rectangular con diversos añadidos. La cabecera, con contrafuertes diagonales en las esquinas, tiene mayor altura que la nave. Conserva elementos de otros estilos como los bastos canecillos del aleros y el óculo gótico. En los laterales están añadidas capilla y sacristía.

Lastras de Teza: La iglesia románica de Nuestra Señora es de una nave con ábside semicircular. Hay una ventana que tiene una arquivolta en el centro con columnillas y capiteles de escasa decoración. En la cabecera hay canecillos, con una talla muy basta. El pórtico adosado en el lateral es de estilo popular y junto a él se sitúa la torre. A los pies de la nave hay una ventana geminada apuntada.

Teza: La iglesia de Santo Tomás tiene una nave románica con dos tramos diferenciados: cabecera cuadrada con cúpula popular y otro tramo románico, de una nave con bóveda aquillada y arcos fajones. En el lateral la sacristía y a los pies la torre. Portada de una arquivolta románica de transición al gótico. Adosada a la esquina de la torre se sitúa una iglesia románica reformada para vivienda; esta tiene planta rectangular con cabecera de menor tamaño que la nave; en la cabecera hay una ventana con una arquivolta, con capiteles y columnillas. En toda la cornisa hay canecillos. En la localidad hay una casona, con planta de "L", dos alturas más altillo, tejado a cuatro aguas, fachada con huecos asimétricos, rejería barroca y un gran alero con canes de madera. Además en Teza hay varias fuentes de estilo popular.

Villacián: Con dos naves y principalmente de estilo barroco es la iglesia de San Pedro. La nave principal, de planta rectangular y con contrafuertes esquinas, tiene canes y una ventana románica. Arcos de medio punto y portada románica. La nave lateral tiene cabecera con ábside y canes románicos. La torre está a los pies.

Llorengoz: Caserío tradicional de la zona. Su entorno está repleto de numerosas cuevas.

Resto de núcleos del municipio: estos tienen poco que destacar, salvo su arquitectura tradicional, muy bien conservada en Villaño y Barriga.




video: "escalando"

video realizado con el movil ya que la tarjeta de memoria de la camara de fotos se me agotó (ya ni me acordaba de este video) fue el ulitmo video realizado ese dia (bueno yo pensaba que la imagen seria mucho peor) ahora solo falta hacer mas salidas de este tipo y grabar mas videos

miércoles, 7 de octubre de 2009

oña

En el espacio natural de los Montes Obarenes, al extremo norte de la Bureba, accediendo por la nacional 232, a 68 kilómetros al nordeste de Burgos, nos sorprende la Villa Condal de Oña. Situada en las inmediaciones del arriscado cañón del río Oca denominado “desfiladero de la Horadada”.

Su emplazamiento comercial es excelente, al encontrarse entre la meseta castellana y los puertos del Cantábrico, lo que hizo de la Villa de Oña un paso obligado y eje de comunicaciones en tiempos romanos.

En la alta edad media, en el 934, el califa Adberramán III organiza una campaña militar y ataca, entre otras, las fortalezas de Burgos y Oña.

El primer conde independiente de Castilla, Fernán González, concedió los fueros a la Villa de Oña en el 950.

En 1011 el tercer conde de Castilla Don Sancho García, otorga a Oña el rango de “condal” y funda el Monasterio de San Salvador, en un principio dúplice o mixto, con religiosas traídas de monasterios cercanos y monjes de San Salvador de Loberuela, y desde el año 1033 el monasterio abandona su condición de dúplice y pasa a ser benedictino hasta 1835.

El cenobio de San Salvador llegará a ser el centro religioso más importante de toda Castilla, siendo panteón de reyes, infantes y condes. Primer panteón real de Castilla. Los sepulcros están tallados a finales del siglo XV en madera de nogal y boj por Fray Pedro de Valladolid. En ellos yacen el Conde don Sancho García fundador del monasterio, su esposa doña Urraca y un hijo de éstos don García Sánchez; los infantes don Felipe y don Enrique, hijos de Sancho IV el Bravo y María de Molina; el rey Sancho el Fuerte de Castilla; el rey Sancho III de Navarra, el Mayor, y su esposa doña Mayor; y el infante don García hijo de Alfonso VII el Emperador.

El nieto de Fernán González, Don Sancho García, entregará la dirección de este monasterio a su hija Tigridia, concediéndole a su vez una espléndida dote con innumerables privilegios, entre los que se encontraban numerosas villas e iglesias, y con el paso del tiempo irá aumentando la riqueza del monasterio por las continuas donaciones de reyes y nobles, llegando a tener un dominio desde el Cantábrico hasta el Arlanza, y desde Huesca y Zaragoza hasta el Pisuerga.

San Iñigo, declarado santo en 1163 por el papa Alejandro III, será abad del monasterio desde 1035 hasta 1068, período en el en que San Salvador se hallará una mayor espiritualidad. Posteriormente se irán realizando reformas en el monasterio construyéndose el claustro y nuevas dependencias.

Dada la prosperidad de la Villa de Oña y su gran actividad comercial y artesanal, en torno a 1291 se asientan las primeras familias judías, dedicadas al comercio y artesanía, constituyendo la judería de la Villa, y estableciendo su aljama en las calles conocidas como la Meca y Barruso, e incluso erigiendo su sinagoga.

La Ciudad de Oña y su monasterio fueron saqueados en 1367 por el “Príncipe Negro” cuando iba de regreso a los puertos del Cantábrico perdiendo así gran parte de la riqueza que poseía la villa monacal.

En siglos posteriores la villa condal seguirá creciendo al amparo y cobijo de la abadía benedictina que continuará poseyendo grandes extensiones de tierras cultivables, pozos, molinos, iglesias, salinas, diezmos y más de 170 pueblos; siendo uno de los monasterios más ricos de Castilla.

En el siglo XIX el monasterio pasará una gran crisis dada la invasión napoleónica y los continuos saqueos; la desamortización de Mendizábal, que hace marchar a la comunidad benedictina y la venta en subasta del edificio, pasando a manos privadas, hasta que en 1880 es vendido a la Compañía de Jesús, quien se hará cargo del monasterio hasta 1968, pasando desde entonces a la Diputación Provincial de Burgos.

ojo guareña






Localización: Al norte de la provincia de Burgos, en la vertiente meridional de la Cordillera Cantábrica.

Figura de Protección. Monumento Natural de Ojo Guareña.

Superficie: 13.850 ha.

Términos municipales: Merindad de Sotoscueva, Espinosa de los Monteros y Merindad de Montija.

Núcleos de población en el interior del espacio:23
Barcenillas de Cerezos, Bedón, Butrera, Cornejo, Cuestahedo, Cueva, Entrambosríos, El Rebollar, Hornillalastra, Hornillalatorre, Hornillayuso, La Parte, Para, Pereda, Quintanahedo, Quintanilla de Sotoscueva, Quintanilla del Rebollar, Quisicedo, Redondo, Santa Olalla, Vallejo de Sotoscueva, Villabáscones y Villamartín.

Medidas de protección existentes.
Declarado "Bien de Interés Cultural (BIC)" en 1970 al conjunto de las Cuevas de Ojo Guareña.
Decreto 60/1996, de 14 de marzo, de aprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Ojo Guareña (Burgos) (BOCyL de 27-3-1996).
Decreto 61/1996, de 14 de marzo, de declaración del Monumento Natural de Ojo Guareña (Burgos) (BOCyL de 27-3-1196).
Declarado "Lugar de Importancia Comunitaria (LIC)" dentro de la Red Natura 2000.

Relieve. La principal característica geomorfológica es su relieve de cuestas formando un cejo calizo, que divide dos regiones biogeográficas bien diferenciadas, la Región Eurosiberiana y la Región Mediterránea. En la primera se corresponde con la zona norte donde se encuentran los Montes de Somo lugar de nacimiento de los ríos y arroyos que atravesando el verde valle han llegado hasta el cejo calizo y han formado la mayor red de cavidades conocida en España y una de las más importantes de Europa y del mundo, el Complejo Kárstico de Ojo Guareña. Los ríos Guareña y Trema se sumen en sumideros para luego circular por el interior de las galerías formando un laberinto de cuevas y resurgir al exterior kilómetros más abajo. En la zona sur o región Mediterránea nos encontramos con valles pequeños dedicados al cultivo de cereal, pastizales artificiales, patatales, etc.

Vegetación. Ojo Guareña, por su particular situación geográfica, constituye un área de transición entre dos regiones Eurosiberiana y la Mediterránea, lo que confiere al espacio gran diversidad de formación vegetales tanto arbóreas (robledales, rebollares, hayedos, encinares y quejigares), arbustivas (enebrales, encinares) o herbáceas (prados naturales y pastizales) que presentan, en general, un buen estado de conservación. En las zonas de ribera encontramos entre otros avellanos, alisos, chopos, álamos.

Fauna. En este espacio presenta gran diversidad de especies de fauna, de las que destacamos las aves nidificantes que aprovechan los cantiles rocosos, como el águila real, el alimoche y los buitres leonados, también otras aves forestales como el azor, el gavilán, el halcón peregrino, el águila culebrera, o las rapaces nocturnas como el cárabo o el búho real. Los mamíferos también están presentes en este espacio como el desmán de los pirineos, el lirón careto, la marta, la gineta, el gato montes, el jabalí, el corzo y la presencia puntual del lobo. Los murciélagos utilizan las cuevas como área de cría, refugio invernal o área de reposo.
La fauna más importante la encontramos en el interior de la Cuevas de Ojo Guareña, que hasta la fecha se han descubierto 115 especies, y publicado 16 especies endémicas de Ojo Guareña.

¿Qué se puede visitar?.
Casa del Parque del Monumento Natural de Ojo Guareña.
Quintanilla del Rebollar de la Merindad de Sotoscueva
09568-Burgos
Teléfono = 947-138.614
E-mail: ojoguarena.ren@jcyl.es
Cueva y Ermita de San Bernabé. Cuevas de Ojo Guareña. (única cueva habilitada al turismo en la actualidad)
Cueva de la Merindad de Sotoscueva
09568- Burgos
Teléfono: 947-138.614
Red de Senderos de Ojo Guareña, áreas recreativas y miradores.
Más información en la Casa del Parque del M.N. Ojo Guareña.

Accesos.
- Desde Bilbao por la carretera BI-636 dirección Balmaseda hasta llegar a Espinosa de los Monteros, luego dirección Reinosa por la BU-526.
- Desde Santander, dirección Burgos por las N-623 y N-232, hasta la localidad de Soncillo, para desviarnos a mano izquierda dirección Bilbao por la BU-526.
- Desde Burgos. 1º opción, por la C-629 dirección Villarcayo, después de pasar el pueblo dirección Bilbao nos desviamos por la BU-562 dirección Quintanilla del Rebollar.
2º opción, por la N-232 dirección Santander hasta la localidad de Cilleruelo de Bezana donde nos desviamos hasta Soncillo y allí cogemos la carretera BU-526 dirección Bilbao.

el castillo de frias

Castillo de Frías

Un pueblo en torno a una fortaleza

La historia del castillo se remonta a la de las primeras fortalezas del siglo X. Situado sobre una peña que domina el Valle de Tobalina, es uno de los castillos roqueros más espectaculares de Castilla, teniendo un gran valor estratégico.

Castillo de FríasCastillo de Frías

Comenzaría a tener más importancia al pasar a manos del rey Alfonso VIII en 1201, dotándole de valor estratégico, ya que relevará al castillo de Petralata de las funciones de control del territorio, construido por los navarros en 1040 para defender los pasos más importantes entre La Bureba y Castilla la Vieja. La defensa de la Muela se completará en 1201 con la construcción de la muralla, y más adelante, en el siglo XV Pedro Fernández de Velasco emprende obras de fortificación para garantizar el dominio de Frías.

Castillo de Frías

La fortaleza se sitúa sobre el extremo y en lo alto del peñón. Su dominio sobre la única entrada a la ciudad en la que confluyen las vías procedentes del Ebro y Vadillo, son aplastantes. La puerta de ingreso de arco ojival y defendidas por almenas y troneras, es pequeña para su mejor defensa y está precedida por un puente levadizo de madera. Ya en el interior nos encontramos con un patio de armas, antes parcialmente cubierto, ligeramente cuadrado desde el que se distribuye las ya desaparecidas dependencias del castillo.

Todo un adarve recorre las almenas hasta ir a parar al último reducto de defensa del castillo, la torre del homenaje es independiente al resto del edificio. Posee defensas propias, hay un aljibe adosado. En el interior una estrecha dependencia conserva una doble bóveda con ventana enrejada con arco rebajado. Encima hay una terraza almenada. La adición de torrecillas sobre modillones en los ángulos del Este le da un aire típicamente español.

Castillo de Frías

También en el doble y amplio muro almenado con numerosas saeteras, y rodeado por un foso excavado en roca viva; y en la entrada, quebrada para facilitar la defensa hasta la torre central. En su recinto interior encontramos un amplio patio de armas, antes parcialmente cubierto, en el que se situaban al norte la crujía de servicios, graneros y bodega; en el centro un algive que todavía hoy se conserva; y al sur se alojaba la zona de vivienda que recibía la luz por tres ventanas con asientos labrados en su alféizar.

Castillo de Frías

El castillo aparece coronado por la majestuosa y siempre alerta torre del homenaje, símbolo de Frías en toda España. En su interior se halla una estancia abovedada e iluminada por una ventana enrejada con arco propio de la última etapa del gótico, y sobre la sala, la terraza almenada desde donde se contempla una indescriptible panorámica.

Castillo de FríasCastillo de Frías

Torre del Homenaje: Es el último reducto de las defensas de la ciudad. La parte inferior de la Torre puede ser la más antigua de la totalidad del castillo, mientras que la superior se remonta a la segunda mitad del siglo XV

Castillo de FríasCastillo de Frías

Torre del Reloj En la torre sur del flanco de acceso, se encuentra un reloj que ha estado presente en la vida de Frías durante varios siglos, marcando el ritmo de la existencia de sus habitantes. Sin poder precisar exactamente la fecha de su construcción, sí se puede asegurar que es bastante antiguo, pudiéndose remontar al siglo XVI o XVII.

El carácter defensivo de esta construcción, comenzada en el siglo XII y modificada en los sucesivos, se aprecia en todo su conjunto.

Castillo de FríasCastillo de Frías

Se accede a su interior por medio de un puente levadizo sobre un foso excavado en la roca. La defensa se basa en una estratégica ubicación de una roca parte la torre del homenaje. Todo el perímetro del castillo tiene altos muros, con numerosas saeteras, rematado por un cuerpo almenado.

Castillo de Frías

Frente de Acceso. Es el único sector susceptible de recibir un ataque directo, por no hallarse al borde de un pronunciado desnivel. En la segunda mitad del siglo XV se adapta al uso de la artillería, con la apertura de cañoneras y troneras. La defensa se organiza en diferentes niveles. El primer obstáculo al invasor lo constituye el foso, que impide el paso al recinto fortificado una vez levantado el puente levadizo. La antepuerta protege el segundo acceso, desenfilado y cobijado bajo la torre-puerta.

Ciudad y castillo se encontraban rodeados de la muralla “de la Muela”, construida en el siglo XIII con tres puertas de acceso: la de Medina, la del Postigo y la de la Cadena o de la Villa.

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Acceso al Recinto Interior: Esta forma de acceso en recodo se extiende en los reinos cristianos durante la Reconquista, tomando modelos observados en fortalezas musulmanas. Hay que atravesar el puente levadizo, a continuación por debajo de la torre-puerta, que presenta una buhedera en la vertical para arrojar proyectiles. La puerta se refuerza con un alamud, junto con el rastrillo. En torno al amplio patio de armas quedan restos de sus antiguas dependencias como graneros, bodegas o estancias de servicios.

Castillo de Frías

Zona Residencial: Las dependencias residenciales se sitúan en el lado sur, protegidas de los vientos del norte. Se conservan los ajimeces decorados con capiteles románicos, de finales del siglo XII y primeros del XIII. Por los restos que quedan en la actualidad se puede decir que existían dos dependencias abovedadas. En los capiteles aparecen caballeros y otras figuras mitológicas.

Castillo de FríasCastillo de FríasCastillo de Frías

Capitel 1. Cuatro aspias ocupan este capitel, unidas por las alas y la cola. Con sus garras sujetan una serpiente. Los bajorrelieves presentan acusado escorzo y el complicado plumaje está geométricamente señalado.

Capitel 2. Este capitel central reproduce las figuras de tres jinetes con escudos y lanza o espada. La cara más interesante representa a una centaura dando el pecho a su cría, todo sobre un fondo de hojas talladas a bisel. También el fuste aparece ornamentado.

Capitel 3. En este capitel son de notar cuatro grifos bastante parecidos a las arpías del primero, aunque en posición más apaisada. Sistema Defensivo: La defensa se organiza en torno a los adarves; desde ellos los soldados podían usar sus armas, tanto arcos y ballestas como, más adelante, armas de fuego. La parte maciza del antepecho es la merlatura, entre dos almenas, desde la que se protegía el defensor que se colocaba en los adarves.

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TENENTES DEL CASTILLO DE FRIAS

  • 1201 : Alfonso VIII le cambia con Armengol.
  • 1205 : “Aluar Nunez tenente Fridas et Castella Uetula de manu regis.Et los de Ferrera tenente Frias de manu Aluar Nunez”.
  • 1420 : Los Zuñiga. Juan Alonso Bonifaz.
  • 1446 : Sancho de Rojas.
  • 1472 : Gonzalo Sánchez de Balado.
  • 1491 : Sancho Sánchez de Alvarado.
  • 1509 : Fernán Sánchez de Alvarado.
  • 1545 : Garci López de Alvarado. Alonso Martínez Bonifaz.
  • 1607 : Melchor Ruiz de Pereda.
  • 1613 – 1616 : Juan Bonifaz. Agustín Ruiz de Villarán Gabriel Ruiz de Pereda. Beatriz de Miranda
  • 1641 : Juan Bonifaz.
  • 1655 : Fernando de Salazar y Velasco.
  • 1669 : Diego Fernández de Manzanos.
  • 1722 : Juan Francisco de Huidobro.
  • 1752 : Nicolás Fernández de la Peña.

En 1920 pasará a manos del Ayuntamiento quien lo sacará a subasta. Durante muchos años estuvo destinado a juegos populares (bolera, uta, etc.), actualmente está destinado al turismo con la realización de visitas guiadas y a actividades.



el valle de manzanedo

cada vez que voy a esa comarca burgalesa vuelvo mas enamorado de ella
NATURALEZA EN EL VALLE DE MANZANEDO

- Un lugar geográfico: Entre el anticlinal de Leva y la Sierra de Tudanca, y regado por el río Ebro, se encuentra el Valle de Manzanedo, una perfecta unidad geográfica. El desfiladero de Los Tornos de Tudanca y el de los Hocinos son la entrada y salida del río Ebro en este hermoso y agreste valle; son las dos entradas naturales. En el centro del valle, una pequeña elevación forma otro vallejo conocido por el Rojo. La superficie de este despoblado valle está ocupada en su mayor parte por amplios bosques situados en la falda norte de la Sierra de Tudanca, con una vegetación muy variada (boj, arces, madroños, encinas, robles, pinos, hayas e incluso tejos) y chopos en las orillas del Ebro. En el anticlinal de Leva, con un carácter más seco, la vegetación es más escasa, con presencia de especies mediterráneas como enebro, sabina, roble, pino y encina. La superficie del valle apenas es aprovecha por la agricultura; la ganadería es algo más intensa en el valle del Rojo, debido principalmente al abandono de sus pueblos. Este semiabandonado valle tiene un gran interés paisajístico y natural; en el encontramos lugares poco conocidos y transitados, ya que los caminos con el paso del tiempo se han ido cerrando. Por citar algunos, en primer lugar señalaremos el desfiladero de los tornos de Tudanca y el de los Hocinos por su espectacularidad. Además encontramos un gran bosque de tejos en las laderas de la Sierra de Tudanca.

- Historia: Históricamente, la presencia del Monasterio de Rioseco ha sido el eje central en el desarrollo de gran parte del Valle de Manzanedo. Este Monasterio cisterciense ejerció sus dominios sobre gran parte de la zona norte de Burgos. El Monasterio fue muy próspero, pero sus propiedades se vendieron con la desamortización de Mendizábal, y desde ese momento su influencia fue en declive. Todo el conjunto del monasterio se abandonó en los años sesenta, lo que ha propiciado el estado de ruina en el que se encuentra. Pero antes del establecimiento del monasterio, los eremitas ya poblaban el Valle, y testimonio de ello es el eremitorio de Argés.

- Arte: La arquitectura popular del Valle de Manzanedo está muy bien conservada y se caracteriza por sus gruesos muros de mampostería, con pequeños vanos para las ventanas, tejados a cuatro aguas, grandes plantas cuadradas y generalmente de planta baja y una altura con trasteros, y presencia de la característica solana o balcón corrido de madera. Hay numerosos casos en los que existe la presencia de elementos cultos en las casas como arcos de medio punto, escudos, ventanas góticas, etc. En algunas localidades, como Arreba o Población de Arreba, los muros de mamposteriá están menos presentes en las fahadas de las casas; su lugar es ocupado por un trabajado sillar, y esto es debido a los numerosos canteros que existieron en aquellos tiempos. En lo concerniente a la arquitectura religiosa, señalar la importancia artística del abandonado Monasterio de Rioseco y de un gran patrimonio románico en un mal estado de conservación, en el que destacan las iglesias de Crespos y de San Miguel de Cornezuelo. También resaltar la joya del eremitorio de Argés.

Fuente Humorera: En esta abandonada localidad solo se conserva parte de la iglesia parroquial, principalmente románica y popular, y que consta de una nave con ábside semicircular. Esta construcción ha sido victima de un gran expolio.

Argés: Su iglesia parroquial de estilo popular tiene una nave, con una capilla y sacristía adosada a cada lateral; a los pies de la nave está la espadaña y una escalera de acceso. En las cercanías del cruce de la carretera de Argés, una estrecha senda asciende hasta un bello eremitorio, que además de utilizarse como lugar de culto y vivienda, fue dedicado como cementerio, y así lo atestiguan las tumbas antropomorfas que allí se encuentran.

Arreba: El núcleo está divido en dos barrios: el del castillo y el de la iglesia; La iglesia de San Juan de estilo plateresco tiene planta de cruz latina, con una nave con crucero; en el lateral está adosada la sacristía y en los pies se alza la torre que tiene contrafuertes en las esquinas; en el lateral hay un pórtico popular, bajo el cual hay un arco de medio punto con una hornacina. En la entrada a la localidad, en el alto del puerto, están los restos del castillo de Arreba, del que solo quedan algunos trozos de sillería. En Arreba además hay varias casonas solariegas, caracterizadas por su solidez, con muros de sillar y por la presencia de elementos cultos (escudos, arcos y ventanas).

Cidad de Ebro: Tiene varias casonas con elementos cultos. Tras atravesar un puente popular se accede a la población. La popular iglesia de San Román tiene una nave rectangular a la que se adosan la sacristía y la capilla; la espadaña está a los pies y a ella se accede por una escalera de caracol; en el lateral se ubica la portada de arco de medio punto y que está cubierta con un pórtico con pies derechos. La ermita de la Virgen Blanca tiene una nave con ábside semicircular románico con canes bastos en la cornisa; la espadaña y el pórtico están en el lateral de la nave, con pies derechos de madera que protegen un arco de medio punto. En la entrada del pueblo hay un crucero barroco de piedra, con columnas sobre basa circular y capitel muy sencillo soportando una cruz barroca. Consortes: El núcleo, estructurado en torno a una calle, tiene tipología popular y en el encontraremos rincones de gran belleza, como la bolera y la fuente. La iglesia de San Pedro conserva gran parte románica y tiene una nave en crucero a un lado y en el otro extremo de la nave la torre espadaña; la cabecera es cuadrada con contrafuertes diagonales en esquina y ventana gótica en el lateral; el pórtico adosado al lateral con tres pies derechos de madera tiene, cobija una portada gótica apuntada de una arquivolta; hay restos de canes en el lateral.

Crespos: conjunto urbano que conserva una interesante arquitectura popular. lo más destacable es la pequeña iglesia románica de la Virgen del Rosario del siglo XI y XII que conserva una buena unidad de estilo; tiene una nave, con ábside semicircular con contrafuertes prismáticos y una torre-espadaña sobre el primer tramo. Tiene varios elementos románicos como las molduras ajedrezadas a media altura, cornisa con canecillos de gran tamaño y temática variada (animal, vegetal y geométricos), portada de medio punto con cuatro arquivoltas, columnas y capiteles con escasa decoración; el interior es de gran belleza.

Cueva: La iglesia de San Roque es de estilo popular con una nave rectangular y cabecera con contrafuertes en esquina; la sacristía y el pórtico están adosados a ambos laterales y la espadaña a los pies de la nave.

Manzanedillo: su iglesia parroquial, que está en ruinas tiene una nave y ábside semicircular románico, bóveda de horno del siglo XIII, cornisa taqueada y restos de pinturas murales. En la localidad existen los restos de un torreón de planta cuadrada de tres alturas con arcos apuntados góticos en puerta y ventanas.

Manzanedo: La iglesia de Santa Marina mezcla el estilo románico con otros como cisterciense popular y barroco. Tiene dos naves, una con ábside semicircular contrafuertes prismáticos, ventana con una arquivolta y escasa decoración. La espadaña está a los pies de la nave; bajo ella el pórtico con pies derechos de madera y una portada con tres arquivoltas apuntadas con escasa decoración. Tiene canes toscos en el alero.

Mundoval: Su iglesia parroquial en ruinas es principalmente románica, y la quedan parte de los muros de la nave, la bóveda de medio cañón, la cabecera semicircular y las ruinas de la torre adosada a los pies. Tiene capiteles de decoración vegetal, canecillos y una ventana románica muy sencilla. Peñalba de

Manzanedo: La iglesia parroquial de estilo popular románico, es de una nave con planta rectangular, con diversos añadidos: sacristía en el lateral, torre-espadaña y pórtico en el lateral derecho. La portada tiene una arquivolta apuntada gótica, la cabecera contrafuertes en esquina y el alero de la nave canes bastos.

Población de Arreba: El núcleo conserva buenas muestras de la arquitectura popular, como una serie de casas en hilera, con solana o balcón corrido de madera en su parte superior. La iglesia de Santa Isabel es de estilo barroco y tiene una nave rectangular, con tres tramos marcados con contrafuertes al exterior. La torre está a los pies de la nave y tiene un reloj frontal. En el lateral hay un pórtico con pies derechos de madera, bajo el cual hay una portada barroca con arco de medio punto.

Quintana del Rojo: el pueblo está semi-abandonado y en estado de ruina. Hay un conjunto de casas que conserva elementos de interés como arcos de medio punto y ventanas decoradas con bolas.

Rioseco: El Monasterio Cisterciense de Rioseco fue uno de los más importantes de la provincia de Burgos. El edificio, en estado de ruinas y muy complejo, se encuentra totalmente abandonado. La parte que mejor se conserva es la iglesia gótica, de grandes dimensiones, con tres naves y planta de cruz latina con bóveda de crucería. Tiene ventanas góticas polilobuladas y un claustro del siglo XVII, que tenía dos plantas y del que solo quedan las arcadas de medio punto. Adosados hay varios edificios auxiliares como capillas y sacristía. Tiene escalera de caracol y diferentes entradas a los pies y en los laterales, que comunicaban con el monasterio, con el cementerio y con el claustro. El monasterio en general fue abandonado hace más de veinticinco años y desde ese tiempo ha sido victima de un gran deterioro y expolio. Varias piezas de interés se conservan en el Monasterio de Santa María la Real de Vileña y en el Museo Provincial de Burgos.

San Martín del Rojo: La iglesia de San Martín es principalmente románica, con una nave de tres tramos con contrafuertes al exterior y ábside semicircular con contrafuertes prismáticos. La espadaña está a los pies de la nave. Tiene canes labrados con temática humana y una ventana en el centro del ábside con decoración geométrica. En el lateral de la nave está la portada con tres arquivoltas con decoración variada y motivos muy toscos. Su porche se apoya en dos columnas con capiteles románicos. Los motivos decorativos del interior se encuentran en Burgos.

San Miguel de Cornezuelo: Este bello pueblo conserva una arquitectura de gran interés; sus casas están adosadas unas a otras y dispuestas formando calle, como si se tratara de un fuero; estas construcciones destacan por su balcón corrido de madera en la parte superior, en el que se sitúa un cortafuegos a ambos lados. Las casas, en su mayoría está fechadas en el siglo XIX. La arquitectura popular se completa con una fuente abrevadero pegada a la pared de la iglesia. La Iglesia de San Miguel es románica del siglo XI y conserva una buena unidad de estilo. La iglesia tiene una nave románica de grandes dimensiones con ábside semicircular y contrafuertes prismáticos. La decoración exterior se centra en los canecillos de los aleros que tiene una temática muy variada. En el interior tiene una arquería ciega con seis arcos de medio punto, capiteles y columnas, con imposta taqueada por encima de las arquivoltas y bóveda de horno enfoscada y encalada. El primer tramo también tiene arquería ciega con dos arcos de medio punto y está separado de la bóveda por un arco fajón. A lo pies está la portada, con cuatro arquivoltas, columnas y capiteles con escasa decoración y en el tímpano un bajorelieve muy tosco que representa a un guerrero luchando con un león y el árbol de la vida. La portada está protegida por un porche popular sobre el que se encuentra la espadaña, a la que se accede por una escalera de caracol adosada al lateral, como lo está la capilla. También hay una ermita barroca pero de menor importancia artística.

Vallejo: La iglesia de Santa Leocadia es gótica de una nave y con capillas añadidas en el lateral posterior. La cabecera es cuadrada con contrafuertes diagonales en las esquinas y canes bastos. El acceso es mediante un puerta adintelada, protegida por un porche.

Villasopliz: La iglesia parroquial es de una nave popular con ábside semicircular románico, con contrafuertes y canes bastos en la cornisa. La espadaña y una escalera de caracol están adosadas en el lateral, al igual que el pórtico con un pie derecho de madera.

- Tradiciones y fiestas populares: Debido a la escasez de vecinos, únicamente se celebran algunas fiestas patronales en las localidades más grandes. El resto se han ido perdiendo con el paso del tiempo.

- Deportes y ocio: Las únicas instalaciones deportivas existentes en algunas poblaciones son las tradicionales boleras. En Cidad de Ebro existe un campo de fútbol y junto al Ebro encontramos varias zonas de baños del Ebro. Las posibilidades deportivas son muy amplias y se vinculan al medio natural. La pesca, la caza y el senderismo son las que más frecuentemente se practican. Bici de montaña, equitación, piragüismo, rafting y escalada son otras posibles actividades que se pueden practicar. En los meses de verano es habitual que se instalen en el municipio, junto al río Ebro, varios campamentos. En Cidad de Ebro, camino de Tudanca, encontramos una zona acondicionada con unos merenderos.

- Gastronomía: Setas, níscalos, frutas y truchas son los productos más comunes. La matanza es tradicional entre las familias descendientes de los pueblos del municipio. Un producto que cada vez se está comercializando mejor es la miel y sus derivados.