miércoles, 4 de noviembre de 2009

el valle de mena

NATURALEZA EN EL VALLE DE MENA

Al norte de las altas crestas rocosas de los montes de la Peña se extiende el valle más verde de la provincia de Burgos: Mena.

Este amplio territorio, limítrofe con las provincias de Vizcaya, Alava y Cantabria, goza de un suave clima, debido a su escasa altitud media, que ronda los 450 m.

Las cuencas de los Ríos Cadagua y Ordunte ocupan una gran extensión. En la parte oriental, Arceniega, San Miguel y Ayega, han modelado su accidentada geografía.

La exhuberante vegetación, en la que conviven hayas, encinas, arces, pinos, madroños, robles y otras especies, se alterna con amplios y verdes pastizales. La ganadería ha supuesto durante largas décadas la principal fuente de ingresos de los meneses.

Desde la época romana, el Valle ha sido obligada zona de paso entre los puertos Cantábricos se la meseta; así lo atestiguan los restos de la calzada romana que comunicaba Castro Urdiales con Reinosa, cuyo tramo mejor conservado lo encontramos entre y Irús y Arceo.

Siglos más tarde, esta calzada fue utilizada como vía secundaria del Camino de Santiago.

En el año 800 en el documento fundacional del monasterio de Taranco se escribe por primera vez el nombre Castilla. En distintos rincones del valle de Mena es frecuente encontrar Torres y casas de carácter defensivo de distintas épocas. A lo largo de la historia, Mena pertenecido a Navarra y Castilla así como a las provincias de Cantabria y Vizcaya.

El arte románico ha dejado en el valle un extenso legado que se diferencia de otros por su gran calidad. Destacan las iglesias de San Lorenzo de Vallejo y Santa María de Siones, sobre el resto del románico menes. En este aspecto también resaltan las tallas de los tímpanos de El Vigo y San Pelayo.

Junto a estas edificaciones la casa tradicional es objeto de estudio: en ocasiones responde al modelo de la casa montañesa, a veces se adosa formando estrechas callejas y en las zonas más próximas a Alava y Vizcaya, el caserío aislado es la construcción más habitual.

Los pueblos del valle guardan gran sabor popular, que se caracteriza por sus construcciones. Es frecuente encontrar sólidas casonas de buena arquitectura, que al igual que las torres defensivas, pertenecieron a las familias más poderosas.

El curso de los ríos y arroyos ha sido aprovechado para la inteligente construcción de canales y presas, Molinos y Ferrerías.

El deporte rural tiene en las frontones y bolera su mejor representación. Este atractivo entorno favorece la práctica de deportes al aire libre: senderismo, bici de montaña, equitación o pesca. Dentro del complejo del polideportivo, se emplazan las piscinas municipales, una acertada elección para los meses estivales.

Cita obligada para los amantes de la bici de montaña y del arte, es la ruta del románico menés, prueba que cada año registra una gran participación.

Para aquellos que deseen pasear y conocer los bellos rincones y senderos del Valle, en los meses de verano, el ayuntamiento organiza varios itinerarios guiados.

El día 8 de mayo se celebra en Cantonad el día de la patrona del Valle. En Taranco se rinde homenaje al nombre de Castilla. Además de las fiestas de Villasana, en honor a San Antonio, las distintas localidades de mena se llenan de color con la celebración de sus fiestas.

El torto menés es que es una empanada de manteca con chorizo. Para degustar diversas especialidades locales, como truchas, cordero asado, cocido menés, o las cotizadas setas de abril, es recomendable acudir a uno de su restaurantes. En lo referente al alojamiento podemos optar entre acomodarnos en un hotel, casa rural o posada. La oferta cultural se completa con la apertura del cine Amanía, con programación para todos los fines de semana

Ruta por los pueblos

Villasana de Mena.
La capital del valle se estructura en torno a tres calles paralelas al río Cadagua: Encimera, de Enmedio y Bajera. En ellas encontramos sus mejores edificios artísticos: la torre de los Velasco, el palacio de Sancho Ortiz de Matienzo, la iglesia de nuestra Señora de las Altices y el convento de Santa Ana.

Maltranilla.
Hasta aquí pasamos por diferentes núcleos de población. En este lugar junto a una torre defensiva encontramos varias casonas construidas con buen gusto. La vista, es espectacular.

Nava.
A las orillas del Cadagua podremos disfrutar de este agradable conjunto, en el que destaca una casona de grandes dimensiones. Desde aquí podemos ascender hasta la presa del pantano de Ordunte, del cual se suministra el agua a Bilbao.

Ribera de Ordunte.
Partearroyo, Ribota y Hornes, merecen una tranquila visita por el cuidado que se ha puesto en su conservación y por su apacible entorno. Campillo, Barcenas y Arceo guardan su sabor popular.

Concejero.
Destaca una esbelta casona de sillar de colorido característico y tres arcos en su fachada principal. Una parte del caserío del pueblo forma un soportal apeado sobre pies derechos de madera.

Vivanco.
En el conjunto encontramos varias casonas de sólida construcción. La iglesia guarda en su interior un interesante sepulcro románico.

Irús.
Por el antiguo camino a Arceo discurría la antigua calzada romana, que hoy se encuentra bien conservada. El conjunto, además de su interesante arquitectura popular y varias casonas, destaca por la iglesia gótica y su próxima capilla neoclásica.

Cantonad.
Desde este alto, junto al santuario, disfrutamos de la mejor panorámica de Mena.

Lezana.
La torre defensiva de los Velasco nos recuerda las épocas de guerra de siglos pasados. La muralla que rodea al torreón, hacía más fácil su asalto.

Sopeñano.
A orillas del Cadagua se instaló la fábrica de Valca. Se eligió este emplazamiento por las cristalinas aguas del río.

Cadagua.
El nacimiento del río Cadagua es el espacio natural más apreciado y querido por los meneses. Entre su caserío tradicional, existen distintos edificios de interés.

Siones
Su iglesia de Santa María, junto a la de Vallejo, son los mejores ejemplos del románico en el valle de Mena. De una sola nave, la iglesia destaca sobre todo por su belleza y decoración interior y exterior: portadas, capiteles, ventanas, arquivoltas, canecillos, edículos laterales, etcétera.

El Vigo.
El relieve del tímpano románico de su iglesia representa a Cristo con la Cruz.

Villasuso.
La orilla del Cadagua en un apacible lugar para descansar. En la parte alta del conjunto, de estrechas empinadas calles, destaca una casona de silla con una hermosa balconada.

Paradores .
A lo largo de la carretera se extiende un magnífico palacio y frente a él una capilla.

Taranco.
Un monumento reciente nos recuerda el documento fundacional de un monasterio en el que apareció escrita por primera vez la palabra Castilla.

Villanueva de Mena. Sobre su silueta resalta una torre.

Vallejo.
La iglesia de San Lorenzo, de mayor tamaño que la de Siones, es otro de los magníficos ejemplos del románico del valle. Es admirable la calidad de su talla y los abundantes elementos y detalles románicos de su interior.

Pantano de Ordunte

El pantano de Ordunte.
En este largo itinerario ausente de pendientes, descubriremos la belleza natural que caracteriza al Valle de Mena. Desde Nava una carretera nos acercaba al aparcamiento situado junto a la presa del pantano. Atravesando la presa, una ancha pista bordeada al pantano, que quedará en todo momento nuestra izquierda. Recorriendo estos cerca de 10 km, podemos distinguir diversas especies vegetales.

La Magdalena.
Comenzaremos nuestro ascenso al puerto por un ancho camino, que parte desde la iglesia que se dirigió al cementerio, lugar que se distinguen fácilmente por los altos cipreses. Un sendero a la derecha pasa junto al cementerio y deja el depósito de agua a la izquierda. Después de atravesar un arroyo, pasaremos bajo las vías del tren, y enlazaremos con otro camino muy marcado.

La pendiente prolongada a la vez que ganaremos altura la vista va mejorando. Para el regreso descendemos por el serpenteante itinerario de ascenso. Una vez en Cadagua, podemos acercarnos al nacimiento del río, tomando otro ancho camino que el luego se dirige a Lezana. Se abandona el camino en una finca particular, espacio que siempre respetaremos.

EL ARTE EN EL VALLE DE MENA

- El arte: Su estratégica situación como zona de paso entre los puertos y villas del Cantábrico y los núcleos de población del interior de la Meseta y las influencias de los pueblos vasco, cántabro y castellano han hecho del Valle de Mena un importante rincón de la geografía española que guarda muestras patrimoniales de diferentes épocas de la historia. Vamos a señalar los valores patrimoniales más importantes:

- Epoca romana: Calzada romana que enlazaba Castro Urdiales con Reinosa (Juliovriga) y Herrera de Pisuerga (Flaviovriga). De esta calzada se conserva un tramo de tres kilómetros entre Irús y Arceo y otro pequeño tramo en Campillo, junto a la carretera. Esta calzada se supone que fué reutilizada como vía secundaria del Camino de Santiago a partir del siglo XI.

- El Románico:
a.-
Santa María de Siones (Siones): Situada sobre un promontorio. Es una abadía. Con estructura sencilla y decoración exterior sobria. Edificio de una sola nave, dividida en dos tramos seguidos de un crucero o transepto resaltado al exterior por la mayor altura. El ábside único y semicircular está precedido de un tramo recto. Sobre el crucero se presupone que existiría una torre ya que existe un cubo de subida hacia ella. Actualmente existe un pequeño campanario cuadrado adosado al lado norte. Anchos muros de sillería bien labrada. Tejado sobre una cornisa rectangular, sostenida por canecillos decorados. Nave con contrafuertes. Ábside de tres partes separadas por medias columnas con capiteles y basas decoradas. La línea de impostas no ofrece una decoración similar en todos los tramos (palmetas, perlas, sogueados y flores inscritas en círculos). Sobre la línea de impostas se las ventanas del ábside, con columnas y arquivoltas.
b.-
San Lorenzo de Vallejo: la iglesia está situada en una pequeña elevación. De mayor tamaño que la iglesia de Siones, conserva también una buena unidad de estilo. Perteneció a la Orden de San Juan de Jerusalén. La cabecera está ornamentada con numerosas columnas múltiples, arquillos y cinco ventanales. Sobre la entrada, y a lo largo de toda la fachada sur existe una alta galería con arquillos. La portada principal está al oeste, con un cierto apuntamiento, que indica su construcción en un románico tardío. Los canecillos y todos los detalles escultóricos son de gran belleza y calidad. El ábside es semicircular de siete tramos rectos con ventanas. El interior de la iglesia es de gran belleza, destacando el ábside con su múltiple arquería y sus fuertes pilares que sostienen la techumbre de la nave central. Arquitectura popular: Tipo claramente influenciado por la arquitectura vasca y montañesa. Aparece como tipo más primitivo los entramados de madera. El caserío es un continuación del que existe en la zona de las Encartaciones. Adopta forma de edificación aislada, constituyendo una unidad edificatoria de cierto volumen en la que se integran la mayoría de estancias y dependencias auxiliares, complementada con alguna edificación auxiliar que se agrega al edificio principal. En Mena no encontramos los típicos y amplios caseríos aislados con tejado a dos aguas; aquí predomina la casona cúbica con tejado a cuatro aguas y aleros pronunciados, de tamaño medio o pequeño. Los balcones aparecen debajo de los grandes aleros. A veces el balcón hace de eje de simetría de la fachada y otras veces una solana corrida en el último piso. A parte del caserío popular hay numerosas edificaciones que presentan una mixtura entre formas cultas y tradicionales: se caracteriza por ser un edificio aislado, con planta baja y una o dos alturas separadas habitualmente por una línea de sillares, de planta cuadrada o rectangular, cubierta a cuatro aguas, gruesos muros, sillar en las esquinas de las fachadas y en los límites de los vanos con el muro, pared encaladas bajo muro de mampostería, con elementos clásicos en la ornamentación de fachada principal, en la que puede incorporar un blasón, en la fachada se busca la simetría (vanos y balcones generalmente simétrica).

Casco urbano de Villasana de Mena:
Interesante casco antiguo formado por las calles Somera o Encimera, de Enmedio y Bajera o Nueva. En la Villa de Villasana conviene destacar los siguientes puntos: a.- Iglesia parroquial de Ntra Sra de las Altices (construida en el siglo XIX sobre una ermita anterior. Conserva un buen mediorelieve románico de la Adoración de los Reyes Magos que fue traído desde saltices. Hay un relieve en mármol blanco de la Giralda de Sevilla realizado por los operarios andaluces traídos desde Sevilla para realizar el palacio de Sancho Matienzo). b.- Convento de Santa Ana o de las Madres Concepcionistas: Capilla de fines de S-XV y convento de principios del S-XVI, fundado por Sancho Ortíz de Matienzo, hijo de la villa, abad de Jamaica y tesorero de la Casa de Contratación de Indias y persona estimada por los Reyes Católicos. Los maestros canteros y las primeras religiosas fueron traídos desde Sevilla por Matienzo. c.- Palacio de Sancho Ortíz de Matienzo: Construido a principios del S-XVI, destaca por su labor mudejar en las ventanas. El palacio está muy deteriorado. d.- Torreón de los Velasco: Construido por los Velasco en el S- XIII. Tiene algunas ventanas y saeteras originales que indican su carácter defensivo. Conjunto urbano de Artieta : esta localidad destacan por su emplazamiento, cuidado y por la presencia de varias casonas solariegas bien conservadas y de gran tamaño.

Conjunto urbano de Concejero:
En el destaca una casona solariega, con una piedra (sillar) muy peculiar y con una fachada con trs arcos en la planta baja. En el núcleo hay varios ejemplos de la arquitectura popular de la zona; la unión de varias casas populares origina un soportal.

Arquitectura fortificada:
En este tipo de construcciones de carácter defensivo destacan las torres de Lezana, Villasana de Mena (Torreón de los Velasco), Maltranilla y El Lllano de Tudela. Existen otras diez torres de menor importancia.

LA HISTORIA EN EL VALLE DE MENA

- La historia: Antes de la época romana el valle estaba poblado por los Autrigones. Tras las guerras cantabro-astures el valle se incorporó al Imperio romano ( desde el año 19 a.C hasta el año 400). Desde la época romana, el Valle de Mena ha sido una zona de paso entre la Meseta Castellana y el Cantábrico; a través de una calzada se enlazaba Flaviobriga (Herrera de Pisuerga) y Juliovriga (Reinosa), con el puerto de Castro Urdiales. En la época goda, el rey Teodoredo, estructuró una provincia que denominó la Cantabria, y en la que incluyó el Valle de Mena, poblado por los Autrigones. Con la invasión árabe los pueblos peninsulares se desplazaron hacia el norte, en busca de refugio en los accidentes geográficos. El movimiento repoblador se originó a partir de los valles de Mena, Losa y Ayala, donde existen aún las muestras de los numerosos castillos y torres construidos en su día como elementos defensivos ante los ataques árabes. Es en esta época, en el año 800, cuando se menciona por primera vez en documento escrito la palabra Castilla. En el siglo IX, la primitiva Castilla que nace bajo el mandato del Conde Rodrigo, irá acentuando su personalidad política y social y adquiriendo conciencia de su poder, hasta llegar así a finales de siglo al nacimiento de la Castilla independiente. Así se unió el Valle de Mena al Condado de Castilla. Desde el año 824 hasta el siglo XI el Valle de Mena se incorporará a Navarra. En el 1072, Alfonso VI, conquista Mena, la incorpora a Castilla y la otorga los fueros de Logroño, que cesan en 1421. A partir del siglo XI el Valle de Mena vuelve a ser una tierra de paso, ya que fue una vía secundaria del Camino de Santiago. Hasta el año 1260 el Señor de Vizcaya actuaba como gobernador de Mena. En el siglo XV en Villasana convivían admirablemente los cristianos y judios. Al final de la Reconquista no se sabe a ciencia cierta si perteneció a Vizcaya o al Corregimiento de Laredo. Perteneció a Vizcaya, componiendo las nobles Encartaciones, y asistiendo su representante a las juntas de Gernica y Avellaneda (pg 159- Bustamante). Desde la división de España en provincias en el año 1789, a pertenecido a Burgos y a Cantabria, pero siempre ha mantenido su relacción con Vizcaya. En 1822 el Valle de Mena pasa a formar parte de la provincia de Santander. En el año 1833 queda incluido en la provincia de Burgos, con su actual configuración. Los meneses intentaron en varias ocasiones su desanexión de Burgos y su incorporación a la provincia de Vizcaya, como los fallidos intentos de 1883 y el posterior del año 1924. Perteneció al juzgado de Balmaseda, y eclesiásticamente pertenece a Cantabria. En resumen es un territorio de la provincia de Burgos pero con gran influencia del País Vasco y de la vecina Cantabria.

DEPORTES, OCIO, TRADICIONES, FIESTAS Y GASTRONOMIA EN EL VALLE DE MENA

- Deportes y Ocio: Polideportivo y piscinas municipales en Villasana de Mena. Pistas deportivas en Villasuso. Frontones en Sopeñano, Artieta y Villasana. Piscinas en Gijano. Se puede practicar la caza y la pesca en el río Cadagua. La bici de montaña y senderismo, deportes en contacto con el medio natural, tienen muchísimas posibilidades. La escalada y el ala delta o parapente en los Montes de la Peña. Rutas a pié realizadas anualmente desde el ayuntamiento, por Irene Ibarrola. Existen zonas de recreo con merenderos en el pantano de Ordunte, Cantonad y Villasuso.

- Tradiciones y fiestas populares: Las fiestas patronales aún se celebran en la mayoría de las entidades durante los meses veraniegos. En Cantonad, el día 8 de mayo se celebra todos los años el día de la patrona del Valle de Mena. En Taranco se celebra el día del nombre de Castilla, ya que en el texto fundacional del Monasterio de Taranco (S-IX), apareció por primera vez la palabra Castilla. El domingo de Resurrección se celebra la merienda del Torto (pequeña hogaza de pan con un chorizo dentro). En el mes de junio, en la festividad de San Antonio, Villasana de Mena celebra sus fiestas patronales.

- Gastronomía: El torto menés es una empanada de chorizo menés con manteca. Se elaboran buenas morcillas, chorizos caseros y otros derivados del cerdo y embutidos. Cotizadas setas de abril, trucha asalmonada y cordero asado. El Cocido menés es un plato elaborado originario de este valle y se elabora a base de garbanzos y otros ingredientes. La cocina menesa, en general, recibe gran influencia de la cocina vasca.




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