martes, 3 de noviembre de 2009

merindad de cuesta urria

Nofuentes: en la capital de la Merindad destaca el edificio del Ayuntamiento, en torno al cual encontramos varias casonas solariegas. En las afueras el monasterio gótico-renacentista de Santa María de Rivas.

Mijangos: atravesamos el Nela por un esbelto puente medieval. En la entrada del pueblo, la iglesia de San Tirso. El caserío, de estructura medieval, se extiende en torno a una calle principal, con casas adosadas unas a otras, y entre ellas, dos casonas torres defensivas. En las cercanías se hallan los restos de una antigua iglesia visigótica.

Urria: este conjunto, de estrechas y empinadas calles, luce algunas espléndidas casas de sillar y arco de medio punto.

Valdelacuesta: al pie de la Tesla permanecen las ruinas de este abandonado pueblo.

Quintanalacuesta: en el conjunto de estrechas calles y buenas construcciones, encontramos dos escudos. En las cercanías y de difícil acceso, un conjunto de veinte tumbas altomedievales.

Baillo: la iglesia de San Antolín conserva portada y un ábside románico de gran esbeltez. En la ermita de Nuestra Señora de la Hoz, en un vallejo cercano de la Tesla, se celebra una popular romería.

Casares: pequeño núcleo con caserío apiñado.

Paralacuesta: en su perfil, adaptado a la pendiente, resalta la torre de los Quintano. Junto a ella se ubica la iglesia de San Miguel, con bastos canes románicos.

Pradolamata: núcleo agrícola rodeado de campos de lechugas.

Almendres: la portada de la iglesia de San Martín resalta por sus animados motivos escultóricos. Junto a ella, una casona.

Valmayor: pueblo muy abandonado al que se accede por una pista en mal estado.

Cebolleros: fantástico y original castillo, en cuya construcción se han empleado casi veinticinco años.

Villavedeo: conserva algunas casonas y edificaciones de interés.

Las Quintanillas: su ermita conserva una portada de arco de medio punto decorada.

Ael: pueblo abandonado, ocupado por una explotación ganadera.

Hierro: rodeado por un extenso pinar, las vistas de las depresiones del Ebro, Nela y Jerea son excepcionales.

Lechedo: en torno a su amplia plaza se organiza el caserío.

Quintana-Entrepeñas: cercano a un bello desfiladero horadado por el Jerea, el núcleo se estrutura en forma de calle.

Quintanilla Montecabezas: la portada románica y un basto bajorelieve son los mejores elementos de su iglesia.

Extramiana: junto al pueblo se extienden las huertas que cultivan sus vecinos. La portada de su iglesia parroquial es románica.

Santa Coloma: llegamos por una pista que continúa hacia el Valle de Tobalina. Una casa luce un arco carpanel.

Villapanillo: entre sus estrechas calles de trazado medieval, unas casonas presentan en su fachada elementos cultos. Su gran iglesia tiene portada renacentista.

En Urria remontamos el curso de un arroyo que, procedente de La Tesla, discurre a lo largo del pueblo. Abandonamos Urria por una estrecha hoz y tomamos un ancho camino agrario que deja en todo momento las empinadas cresterías de La Tesla a la derecha. Otras pequeñas elevaciones rocosas, a la izquierda, nos separan de la depresión del Nela. El camino a Mijangos atraviesa junto a varias fincas, alguna de las cuales deberemos bordear. Para regresar hay dos opciones: bien por la carretera que parte a la izquierda a Urria o bien atravesar el puente hacia Nofuentes, desde donde una nueva carretera vuelve a cruzar el Nela para ascender a Urria.

Al Norte de la Sierra de la Tesla se dispersan hoy las pequeñas localidades que conforman la Merindad de Cuesta Urria. Esta Merindad, una de las siete históricas, se ubica en el centro de esta contrastada comarca del Norte burgalés: Las Merindades.

En su extensión encontraremos lugares de gran belleza natural originados por la acción erosiva de los ríos Nela y Jerea. Entre estos espacios sobresalen las empinadas faldas de La Tesla y el estrecho desfiladero del Jerea en Quintana-Entrepeñas, en los límites de la Sierra de Arcena.

Los visigodos ya se asentaron en las cercanías de Mijangos hacia el siglo VI. Posteriormente, en esta localidad, una de las más antiguas de la Merindad, existió un fuero que determinaba los tributos que debían de pagar los habitantes al Monasterio de Oña.

En el siglo XIV, se levantó en la Sierra de La Tesla el castillo de Montealegre, con el propósito de controlar toda la Merindad.

En el siglo XVIII, la Merindad de Cuesta Urria se segrega de las Antiguas Merindades de Castilla la Vieja. Ya en el siglo XIX, esta Merindad se reorganizó formando su actual territorio. En Nofuentes se emplazó su capital. Como relevantes testimonios del pasado, resaltan algunas iglesias románicas y de otros estilos: Almendres, Baillo y el monasterio de Santa María de Rivas.

Edificaciones de interés son sus casas blasonadas, frecuentes en varias localidades. El medieval puente de Mijangos fué un paso obligado para vadear el Nela. Unico resulta el Castillo de las Cuevas de Cebolleros, una moderna réplica de un castillo medieval, construido con gran esfuerzo y dedicación. Las gentes de la Merindad han dedicado mucho tiempo al cultivo del cereal.

El entorno invita a pasear o prácticar la bici de montaña. El Nela y el Jerea cuentan con atractivas zonas de baño pesca y navegación fluvial. Son una buena elección las agradables piscinas de Nofuentes.

En primavera, en Baillo, en pleno corazón de la Tesla, se celebra una animada romería. De buen prestigio goza la gastronomía de la Merindad, y en especial la repostería elaborada por las Clarisas de Nofuentes. Esta congregación religiosa ha abierto una original casa de espiritualidad.

EL ARTE EN LA MERINDAD DE CUESTA URRIA

- Arte: Se establecieron varios núcleos defensivos entorno a la Tesla, desde dónde se controlaba el paso de las mercancias y el comercio entre la Meseta y el Cantábrico. Estas fortalezas, o castillos tenían amplias vistas de la depresión sus existencia se unía a la de un puente por dónde se vadeaba en este caso el río Nela: entre las fortalezas citaremos las de Malvecino en Quintana la Cuesta y la de Tedeja en la cercana localidad de Trespaderne. También en Mijangos quedan restos de asentamiento visigótico.

Nofuentes: en la capital del municipio además del edificio del ayuntamiento podemos señalar el convento del Ribero de Clarisas, de estilo gótico; tiene forma de "L" y la iglesia, de planta rectangular, tiene cinco tramos con contrafuertes. Existen dos casonas solariegas ubicadas en el centro del núcleo.

Ael: La iglesia románica de Santa Isabel, conserva una inscripción cuya procedencia puede ser visigótica. Su decoración es muy basta.

Almendres: La iglesia románica de San Millán tiene como elementos más destacables la portada, con sus arquivoltas, capiteles y columnas y la decoración con motivos animales y vegetales. Tiene además canecillos y ventanas románicas.

Baillo: La iglesia de San Antolín es principalmente románico y tiene una nave con pórtico adosado en el lateral y canecillos en el alero con temática variada. En la ermita de Nuestra Señora de la Hoz, de estilo popular y una nave, se celebra a principios del mes de julio una romería popular.

Casares: Su iglesia parroquial es de estilo popular.

Cebolleros: Iglesia de San Cipriano y San Cornelio es gótica de una nave, con diversos añadidos como el pórtico y la torre. En la localidad existe un castillo a imitación de los medievales, realizado con muros de mampostería de cantos rodados de río; este castillo, tiene arcos y ventanas de medio punto y consta de dos torres redondas y almenadas unidas por un cuerpo central.

Extramiana: El núcleo tiene planta irregular, y conserva un juego de bolos y un herradero. La ermita de San Roque es principalmente de estilo popular y tiene una nave rectangular. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es de estilo cisterciense, con una nave principal y añadidos posteriores. En ella se aprecia la transición del románico al gótico.

Hierro: Sus dos iglesias son de estilo popular de una nave. La iglesia de Santa María Magdalena , de planta rectangular, es de mayor tamaño.

Mijangos: Es el núcleo que conserva un patrimonio más interesante. En primer lugar su caserío se distribuye entorno a una calle alargada, que finaliza en la iglesia parroquial, y que es cruzada por otras tres perpendiculares; tiene un claro origen medieval. Las casas están adosadas unas a otras y en la mayoría de los casos tienen las mismas características, que derivan de la tradición medieval: construcciones realizadas en adobe con entramados de madera (aunque hay casos de sillar), tejado a dos aguas, solana de madera, huerta en la parte trasera y algunas conservan elementos cultos como escudos, arcos y ventanas ojivales. El puente, que de entrada a la localidad vadeando el río Nela, tiene dos tramos diferenciados por sus seis ojos desiguales, algunos de medio punto y otros apuntados. La iglesia de San Tirso Mártir es de estilo barroco, con una nave con crucero y cabecera poligonal. Sobre los dos arcos del pórtico lateral, hay una vivienda. En los píes, se eleva la torre del campanario, de estilo renacentista, con gárgolas en las esquinas. En el núcleo existen dos casonas torres, con carácter defensivo. En las inmediaciones de Mijangos se han descubierto los restos de un antiguo asentamiento, donde una lápida conservaba una inscripción visigótica.

Paralacuesta: La iglesia de San Miguel Arcangel, de una nave tiene partes románicas, con diversos añadidos Tiene una torre a los pies, a la que se accede por una escalera de caracol y una portada lateral con arco de medio punto.

Pradolamata: La iglesia de San Juan es de una sola nave de estilo popular.

Quintana Entrepeñas: La iglesia de San Miguel, de una sola nave rectangular y estilo popular, es el único edificio de interés de la localidad.

Quintanalacuesta: La iglesia de San Lorenzo y Santa Leocadia es principalmente gótica, aunque con restos románicos; tiene una nave rectangular, con sacristía y pórtico adosados en el lateral y un atrio cercado con una tapia de piedra. También hay dos casonas barrocas con dos alturas, de planta rectangular, escudos y realizadas en sillería. Una de ellas tiene un pórtico en la planta baja con tres arcos.

Quintanilla Montecabezas: La iglesia de San Martín tiene gran parte románica, con planta rectangular, cabecera con dos arcos de medio punto; tiene un bajo relieve debajo de ella. La portada lateral tiene una arquivolta. Una escalera de caracol, adosada en el lateral da acceso a la torre.

Las Quintanillas: La iglesia es de estilo popular, con planta rectangular y de pequeño tamaño. La iglesia de Nuestra Señora es barroca, de una nave.

San Cristobal de Almendres: La iglesia de Santiago es popular, con una nave rectangular y diversos añadidos.

Santa Coloma: La ermita de San Silvestre es popular y de pequeñas dimensiones.

Urria: En la Sierra de la Tesla, existen los restos de antiguo castillo, con cubos cilíndricos en esquina. La iglesia de San Vicente es cisterciense y tiene tres naves, la central de mayor tamaño. Bajo la portada barroca hay un arco de medio punto; tiene elementos románicos tardíos, como canecillos muy bastos. También hay un puente historicista sobre el río Nela con cinco ojos sobre pilas redondeadas.

Valdelacuesta: La iglesia de San Martín es principalmente románica, con planta rectangular; la cabecera es de mayor altura que el resto de la nave, dónde podemos ver numerosos canecillos con temas muy variados.

Valmayor de Cuesta Urría: La iglesia parroquial es de estilo popular, con planta rectangular. Bajo el pórtico lateral hay una puerta con arco de medio punto, con pilastra a ambos lados y escudo. Tiene una espadaña a los pies y una ventana mozárabe y visigótica.

Villamagrín: La iglesia de San Andrés es románica, del siglo XIII, con una nave; su ábside es semicircular y los canecillos son de temas geométricos. Conserva varios elementos románicos. En el núcleo hay una casona barroca con planta rectangular con portada adintelada, escudo y cornisa en sillería.

Villapanillo: Hay una casa torreón de planta casi cuadrada, con cuatro alturas y una puerta con dintel en forma de arco rebajado, perteneciente a una antigua muralla; el torreón, con tejado a cuatro aguas, tiene aspilleras y ventanas recercadas y un escudo sobre la puerta; el pasadizo está adosado a una casa popular, con estructura de madera vista y mampostería. La iglesia de San Quirico y Santa Julita es gótica de una nave y destaca por sus grandes dimensiones; la construcción tiene tres tramos con contrafuertes al exterior y una cabecera poligonal; a ambos laterales de la nave hay capillas adosadas y a los pies se alza la torre del campanario. La portada lateral tiene arco de medio punto, con dos columnas a ambos lados, rematadas por impostas y florones y una hornacina sobre ella con dos escudos.

Villavedeo: La iglesia de San Andrés es de estilo popular y tiene una nave rectangular con sacristía y capilla adosadas en ambos laterales


LA HISTORIA EN LA MERINDAD DE CUESTA URRIA - Historia: Como el resto de la comarca su importancia histórica se centra en el desarrollo de la primitiva Castilla. En la época visigótica, Mijangos fue un enclave a tener en cuenta porque allí existen restos del asentamiento


DEPORTES, OCIO, TRADICIONES, FIESTAS Y GASTRONOMIA EN LA MERINDAD DE CUESTA URRIA

- Deportes y ocio: El municipio dispone de buenas zonas de baño en la ribera del Nela, en las localidades de Nofuentes y Mijangos. En Nofuentes hay un campo de fútbol y unas excelentes piscinas municipales. En varias localidades hay presentes boleras de tres tablones. Se pueden practicar numerosos deportes relacionados con el medio natural como pesca, caza, bici de montaña, senderismo y piragüismo.

- Tradiciones y fiestas populares: Cada año aún se celebra una animada romería en Baillo. Algunas de las localidades celebran sus fiestas patronales en los meses estivales. La temporada se abre con las fiestas patronales de Nofuentes, a finales del mes de junio.

- Gastronomía: Los productos gastronómicos más importantes del municipio son los de repostería elaborada por las Clarisas de Nofuentes. Como en el resto de los municipios de la comarca, los derivados del cerdo tienen su presencia en las mesas de la mayoría de las familias (chorizo, morcilla, etc)




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