lunes, 9 de noviembre de 2009

espinosa de los monteros

NATURALEZA EN ESPINOSA DE LOS MONTEROS

El carácter norteño de este municipio se aprecia en ese colorido verde presente en el medio natural. Aquí, al sur de la Cordillera Cantábrica, el poder de la erosión de los pequeños ríos, arroyos y torrentes y del circo glaciar de Lunada, ha originado estrechos valles, en los que se alternan pastizales, bosques de pinos, hayas y robles y altas paredes rocosas.

Este municipio de las Merindades está formado por las entidades de Para, Santa Olalla, Quintana de los Prados, Bárcenas, la Villa de Espinosa y el extenso área de Las Machorras, en el que predomina el caserío disperso: pequeñas cabañas ganaderas rodeadas por verdes y empinados pastizales recercados por muros de piedra.

La Villa de Espinosa, capital del municipio, está incluida entre los mejores conjuntos artísticos de la provincia de Burgos. Paseando por sus calles se respiran aires de otras épocas y se puede revivir su importante historia, percibiendo, en ocasiones, la sensación de que el tiempo se ha detenido.

Desde el Castillo de los Velasco se controlaba toda la Villa. En torno a su soportalada Plaza de Sancho García, presidida por el Ayuntamiento, abundan las iglesias, las torres, los palacios y las casonas blasonadas. Junto a estas últimas, casas populares levantadas según las normas de la arquitectura montañesa, que con el paso del tiempo se han amoldado al clima norteño: un ejemplo, la galería acristalada.

Ese apelativo de los Monteros proviene del año 1.006, cuando fue la lealtad de un espinosiego la razón por la que el Conde de Castilla, Sancho García, salvó su vida. En muestra de gratitud, el Conde creó el Cuerpo de los Monteros de Cámara, que desde entonces se ha encargado de la protección del soberano durante las noches.

En 1501 se concede a la Villa el priviliegio de celebrar mercado todos los martes. Acuden a la cita semanal en el Ferial multitud de ganaderos de Cantabria, Vizcaya y del resto de Las Merindades.

El paso de las tropas napoleónicas a principios del siglo XIX, dejó una gran huella: la batalla de Espinosa, ganada por el ejercito francés. Además supuso para la Villa una gran pérdida de obras de arte, archivos y documentación.

Productos Típicos

Derivados de la leche, como mantequillas, quesos, sobaos, italianas, mantecadas y toda la repostería de la Villa se han ganado su fama. En comercios de Espinosa también se pueden adquirir pan de horno de leña, morcilla, anchoas saladas, miel de brezo o setas de temporada.

Si nos gustan las fiestas tradicionales que aœn no han perdido su car‡cter popular y familiar, debemos asistir a la festividad de Nuestra Señora de Las Nieves que se celebra el 5 de agosto en Las Machorras. A ella acude toda la comunidad pasiega. Pero la Villa también es muy festiva. Entre las numerosas fiestas destacamos el Martes de Carnaval, al que acuden los vecinos de los municipios más cercanos. Gozan de muy buena fama las fiestas de la patrona, Nuestra Señora, que se celebran el 8 de septiembre, y en las que la nota de color está en el desfile de carrozas.

Para los amantes de los deportes al aire libre, el medio natural se presta para la práctica de la pesca, el senderismo, la bici de montaña, y otras posibilidades de cara a los deportes de invierno, practicables en la Estación de Lunada. El polideportivo y las piscinas municipales son una buena oferta para el los meses del cálido verano.

Para dormir y comer existen alternativas para todos los gustos y economías: hostales, fondas, albergues, etc.

Ruta por la Villa y pueblos

Palacio de los Marqueses
de Chiloeches

1.-Plaza de Sancho García: es un simple resumen de todo lo que encontraremos en este itinerario: el Ayuntamiento, la parroquia de Santa Cecilia y el Palacio de los Marqueses de Chiloeches. Sobre los soportales el resto de las casas luce sus galerías.

2.- Ayuntamiento: preside la Plaza Mayor. Destaca por el conjunto de arcos de medio punto y por la sensación de sólidez que nos da la construcción.

3.- Parroquia de Santa Cecilia. Destaca por por su gran tamaño. En ella se custodiaban los privilegios de la Villa.

4. Palacio de los Marqueses de Chiloeches: formado por dos torres unidas a un cuerpo central. Un arco ercarzano cobija el gran escudo de los Zorrilla Arce. Bajo este la portada de este señorial palacio de los siglos XVI y XVII.

5. La Casona: perteneciente a los Porras, a ella se adosó la capilla de la Soledad.

6. Torre de los Azulejos: un conjunto de azulejos adorna las fachadas del edificio, que se emplaza en el interior de una finca privada.

7. Torre de Pumarejo: recientemente remodelada, es otra edificación más de carácter defensivo.

8. Torre de los Cantimplor: situada en el barrio de Berrueza, la torre perteneció a los abades de Vivanco.

9. Torre de los Monteros: construida en el siglo XIV como una auténtica fortaleza. La torre está almenada y su acceso se realizaba entre dos gruesos torreones.

10. Casas populares: como en otros puntos del conjunto urbano de Espinosa, las casas tradicionales se encuentran influenciadas por la vecina Cantabria. El conjunto se caracteriza por sus solanas (balcones de madera).

11. Palacio de los Fern‡ndez Villa: un cuerpo central une dos torres del sólido edificio. Una tercera se destaca sobre todo el conjunto.

12. Antiguo telar de velas: en las cercanías del río Trueba se hallan los restos de un antiguo edificio que un día fabricó velas.

13. Iglesia de Santa María de Berrueza: su construcción data del siglo XVIII. Se cree que se levantó sobre una antigua parroquia.

Torre de los Herradores

14. Torre de los Herradores: es otra muestra más de construcción de uso defensivo y residencial. La torre se encuentra rodeada por pequeños pastizales y huertas.

15. Torre de los Velasco: torre defensiva del siglo XIII. Perteneció al poderoso linaje de los Velasco, como lo atestiguan los escudos de la familia. También se observan saeteras, almenas y enrejados.

Torre de los Cuevas de Velasco

16. Casona de los Marcide: esta casona se emplaza en un tranquilo lugar.

17. Palacio de Cuevas de Velasco: junto a una casona de estilo manierista, se adosa una capilla dedicada a Santiago.

18. Casona de los Vallejo: tras una verja y un cuidado jardín se ubica esta casona residencial.

19. Iglesia de San Nicolás: la iglesia destaca por un retablo del siglo XV, atribuido a Fray Alonso de Zamora.

20/21/22. La Cabaña, Torre Chica y Quinta México: conjunto de casonas de diferentes estilos.

Rutas

Para descubrir el encanto de los pueblos.

Quintana de los Prados: limitando con Montija, encontramos la población que está rodeada por un agradable bosque de robles. Varias casonas blasonadas.

Santa Olalla y Para: en dirección a Sotoscueva se encuentran estos dos nœcleos de economía ganadera, que conservan en su casco urbano elementos de interés. La iglesia de Santa Olalla es de las más antiguas del entorno.

Bárcenas: de camino hacia los puertos de la Cordillera, son cada vez más frecuentes las explotaciones ganaderas. En la localidad resaltan las sólidas casonas blasonadas y la iglesia parroquial.

Las Machorras: el centro de vida de los ganaderos en los meses de invierno. En el verano estos ascienden a las cabañas y pastizales ubicados en las zonas altas. Las curiosas cabañas se dispersan por los valles. Esta peculiar construcción, de muros de mampostería y tejado de gruesas lastras, da cobijo a ganado y pastor. Rodean a la cabaña extensos y verdes pastos. En Las Machorras resalta la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves.

Paseando por Espinosa, El Robledal

Paseando por Espinosa Este pequeño paseo con pocas pendientes, discurre por un lugar privilegiado de Espinosa. Junto a las piscinas, un ancho camino rodeado por robles de gran tamaño, entre los que en ocasiones aperecen las ardillas, deja el albergue a la derecha y desciende hasta el río Trueba. Allí, tras atravesar una amplia campa el camino asciende hasta encontrarnos con la carretera.

En la otra orilla, junto a una caseta informativa, la ancha pista En la otra orilla, junto a una caseta informativa, una ancha pista lleva a Quintana de los Prados. Para regresar es válido el mismo camino.

EL ARTE EN ESPINOSA DE LOS MONTEROS

- Arte: El interés artístico del municipio se centra en su capital. Espinosa de los Monteros presenta un casco urbano en el que destacan numerosos edificios de interés, pertenecientes a diferentes arquitecturas: fortificada, culta, civil, religiosa y popular. La villa se organiza en torno a su Plaza Mayor o de Sancho García; esta tiene unos tramos porticados y en su conjunto se integra el Ayuntamiento, la iglesia parroquial de Santa Cecilia y el Palacio de los Marqueses de Chiloeches. Son de especial mención las galerías acristaladas que circundan la plaza sobre los tramos porticados, este tipo de construcción es típico de Espinosa pudiendose tambien encontrar en la calle del Sol fechadas en el 1804, 1847, siglo XIX.

El ayuntamiento es un edificio de finales del siglo XIX. Tiene planta rectangular, tres alturas y cinco arcos de medio punto con pilares cuadrados en la fachada principal. Consta de un balcón corrido en la segunda planta. Con tejado a cuatro aguas. Construcción en sillar.

La iglesia de Santa Cecilia es gótica de transición al Renacimiento, "Hallenkirche", del siglo XVI de tres naves y bóvedas estrelladas, sobre columnas unidas a los muros con pequeños arbotantes, cabecera poligonal cubierta de gran concha, que se convierte en cuadrado por medio de pechinas. Torre a los pies de la nave con dos huecos para campanas y frontón en cada fachada con remate en pico. Capilla gótica añadida en lateral posterior y retablos barrocos.

El Palacio de los Marqueses de Chiloehes fue la residencia de la familia Zorrilla-Arce, desde el 1800 pasa el Palacio a los Chiloeches. Se trata de un palacio con torres cuadradas y un cuerpo central entre ellas que está protegido por un arco escarciano. Este tipo de construcción es típica en la comarca de Las Merindades, un ejemplo importante son Las torres de Medina de Pomar. Bajo el arco está el escudo de la familia Zorrilla y la puerta principal de acceso al edificio, enmarcada entre dos columnas y con un frontón superior. Dos balcones rematados por frontones en ambos lados que rompen la verticalidad y la pesadez de las líneas, el resto de los vanos se abren todos con exacta simetría. Sobre una cornisa se apoyan los tejados rematados en los ángulos con pináculos de bolas. El frente es todo de perfecta sillería y el resto de mampostería.

La Casona es una edificación que fue construida por un hermano del marqués de Chiloeches siendo adquirida a principios de siglo por los actuales propietarios. Construcción de principios del siglo XIX. De planta cuadrada, con cubierta a cuatro aguas, consta de dos alturas mas altillo. Con balcones en la planta principal y los demás huecos con exacta simetría. Patio recercado en la parte anterior de la casa y porche adosado en un lateral del frente con adorno de azulejos. Pequeña capilla adosada en lateral, espadaña con un hueco para campana. La entrada se encuentra en arco de medio punto. Encalada y enfoscada, con uso de sillar en las esquinas.

La Torre de los azulejos es de planta cuadrada situada en el extremo de un jardín tapiado. La torre tiene una portada con arco de medio punto y una ventana con dos columnas a cada lado y un dintel con una inscripción y sobre esta un escudo con molduras. En las esquinas hay unas pequeñas torrecillas apoyadas en pequeños modillones. En el lienzo de la derecha hay una ventana de proporciones renacentistas, adornada de azulejos que dan nombre a la torre. Tanto las esquinas como la fachada Sur son de sillería y el resto de mampostería. Habría que fecharla en la segunda mitad del siglo XVI. La Casa de los Cubos es un edificio cuadrado con cubos que flanquean las esquinas, en los que existen reproducciones de los escudos primitivos. La torre es de mampostería y ha sido rebajada de tal manera que presenta el aspecto de una casa llana. Tejado a cuatro aguas. Se mantiene en regular estado de conservación. La adaptación para vivienda ha obligado a tapiar las saeteras y a abrir varias ventanas. Presenta tal semejanza con la de Santa Cruz de Andino, en cuanto a proporciones y formas que parecen gemelas. Hay que suponerla contemporánea de aquella, de la primera mitad del siglo XV.

El conjunto de edificaciones situadas en la calleja honda es de gran interés, alguna construcción del siglo XV. Otra casa está datada en 1572, con un escudo en la portada y otro sobre el dintel de una ventana. Hay otro conjunto de cuatro casas, utilización de la arquitectura típica de la meseta, construcción en ladrillo, entramados de madera y con un cuerpo volado. Entrada en arco apuntado bajo el voladizo. Existen en este conjunto tres torres desmochadas también góticas como nos muestran las ojivas de puertas y ventanas.

La casona torre de los Monteros o de Valanto: Consta de una torre propiamente dicha y un patio al sur. Por su forma y distribución presenta claro paralelismo con la del Ribero, la de Torme y la de los Huidobro de Quecedo. El ingreso es una puerta adintelada encuadrada por dos columnas de alto pedestal que sostiene un pequeño frontón con el escudo de los Angulo y rematada de adornos de bolas. Todo ello está flanqueado por dos gruesos torreones, también blasonados y con saeteras en forma de cruz. Una cornisa sirve de elemento de unión de toda esta portada. La torre más ancha que profunda está flanqueada por macizos cubos en las esquinas con garitones en lo alto. Tiene una puerta al ras del suelo y un balcón encima de arco todavía gótico. Fue reformada en el siglo XVI y la portada del recinto exterior es del siglo XVII. Bajo el alero hay una serie de ventanas que solo de lejos recuerdan a las almenas a las que sustituyen. Sus proporciones así como la cornisa que sostienen les hacen perder toda función y aspecto defensivo para quedar en mero elemento decorativo. En las partes más nobles del edificio se emplea el sillar y el resto de la construcción es de mampostería.

La Torre de los Cantimplor , de origen medieval, está desmochada (actualmente de tres alturas). En la fachada Sur, con arco ojival volteado por dovelas excelentemente trabajadas. A pesar de las reformas aún quedan varias saeteras y algunos escudos. En lo alto hay dos pequeños ajimeces con escudos de los Alvarado Bracomonte, del Ribero, colocados posiblemente en el siglo XVI. Prescindiendo de las muchas ventanas abiertas modernamente en la pared del Noreste, los demás vanos son iguales a los de la fachada principal aunque con diferente distribución. Tanto en los huecos como en las esquinas destaca el empleo de excelente sillería siendo el resto de los muros de mampostería. Sus actuales dueños aseguran que la torre fue unos seis metros más alta. Tiene tejado a dos aguas. Cercanas a la Torre de los Cantimplor, hay un conjunto de casas populares de piedra de dos o tres alturas, de parcela gótica, con solana o balcón corrido de madera en los pisos superiores. Emplea sillar y a veces mampostería.

El Palacio de los Marqueses Cuevas de Velasco (Carrillo del Hoyo) tiene una interesante portada y una torre adosada en una esquina recorrida de numerosas ventanas. Las que se abren bajo el alero recuerdan los espacios entre las almenas. Con una decoración exclusiva se distribuyeron abundantes saeteras y troneras, algunas de estas con figuras de cruz. Tanto por su estilo y volumen como por la fecha de su construcción corresponde a una Torre-Símbolo cuya finalidad fue la de servir de vivienda, pero con cierto aspecto externo de fortaleza. Palacio del siglo XV.

La Casona siglo XIX tiene un patio recercado perteneciente seguramente a un indiano por la decoración de palmeras que hay delante de su fachada principal. De planta cuadrada, cubierta a cuatro aguas, tres alturas más altillo, tiene un porche en la fachada principal sostenido por dos columnas. Decoración de azulejos.

La Iglesia de Santa Maria de Berrueza es del siglo XVII y fue edificada sobre otra anterior. Tiene un baldaquino central de estilo barroco siglo XVIII, con influencia de la iglesia de Oña, curioso por la época y un buen lienzo representando a Cristo entre dos angeles. Conserva en el ábside una ventana cegada con grandes orejas típicamente barroca. Cubriendo la portada hay un pórtico que consta de tres arcos de medio punto.

La Casa del Herrador tiene planta rectangular, con tejado a cuatro aguas y está situada en un altozano frente a la Iglesia de Berrueza. Debido a la fermentación de la paja se incendio hace unos 50 años.

El conjunto de casas populares de la calle del Sol , está datado en los siglos XVIII y XIX. Se observan dos formas en la tipología constructiva: Casas de tres alturas más altillo, adosadas unas a otras. Las plantas inferiores se han utilizado en su mayoría como locales de negocio. Sus fachadas presentan balcones o galería. Encaladas y enfoscadas. Siguiendo la calle con dirección a las Machorras encontramos el otro tipo, edificaciones de dos plantas con solanas en su fachada. La tipología constructiva en ambas sigue un modelo urbano.

La Cabaña es una construcción con planta en forma de "L" , de tres alturas más altillo, tejado a dos aguas. Construido a finales del siglo pasado. La fachada se encuentra encalada , tiene gran alero y balcones de madera todo ello pintado de verde como los marcos de ventanas y puerta.

La Torre Chica es un edificio de planta cuadrada, tejado a cuatro aguas , dos alturas más el altillo que se completa con almenas. Fue construida por el arquitecto Tomás Bilbao en los años 30. Construida en piedra de sillar y rodeada por un jardín. Cercana a la Torre Chica, hay un conjunto de casa populares con elementos cultos. Se encuentran separadas unas de otras pero todas ellas con características comunes. Lo más representativo es la presencia de una ventana en el lateral de la casa con elementos cultos y en la mayoría de los casos cegada.

La iglesia de San Nicolás está situada en el barrio de Quintanilla y es la más antigua de la localidad aunque la mayor parte corresponde al siglo XVIII. Custodia un excelente retablo del siglo XV, de la escuela de Oña, con tablas de la Pasión, obra de Fray Alonso de Zamora.

La casona de los Vallejo es de planta rectangular y porche con dos arcos y balcones con escudo en el centro. Portada con escudo protegido por frontón curvo. Hoy se encuentra muy transformada presentando jardín con cerca de piedra.

El Palacio de los Condestables o de los Cuevas de Velasco se presenta al visitante perfectamente cercado, rematado con almenas y las armas velasqueñas sobre una Cruz de Santiago. Palacio de planta rectangular y de dos alturas, junto a la que se adosa una capilla con portada barroca, el apóstol Santiago, en atuendo de peregrino y en obra de piedra, en una hornacina, sobre la portada de la capilla, consistente en un arco de medio punto entre pilastras. El conjunto encierra un alto interés arquitectónico. Tiene una espadaña como si fuera de convento o de iglesia rural. El edificio palacial acusa el paso del tiempo y los gustos, interiormente, de las diversas épocas; pero su actual propietario ha añadido varias obras de arte. La parte frontal de la Capilla y las esquinas del Palacio son de sillar. El tejado es de cuatro aguas, con pináculos en las esquinas y en el centro.

La casa de los Marcide fue construida en el siglo XV con elementos arquitectónicos de finales del Gótico y principios del Renacimiento. Presenta una planta en forma de "L" con patio recercado, la puerta de acceso es un arco de medio punto con un escudo sobre ella, existe otro escudo en una de las esquinas. Tiene un balcón de hierro forjado y la construcción es de sillería. En uno de los laterales conserva todavía la chimenea de un horno.

El Castillo de los Condestables o de los Velascos fue construido en los siglos XIV y XV. Situado al sur de la villa, sobre un cerro, a orillas del Trueba, desde el que se domina Espinosa. Jugo en el siglo XIV un importante papel como base de los Velasco en su lucha contra los Salazar. Consta de un torreón al sur y un cuerpo menos importante, al norte rodeado de una barbacana, hoy en gran parte destruida. La torre es aproximadamente el doble de larga que de ancha. Se asciende al primer piso por un patín bien defendido por almenas y abundantes saeteras; debajo se abre el ingreso a la planta baja. Sobre la escalera se aprecia un ajimez y un pequeño vano ,enrejados y coronados con los escudos de los Velasco. Encima llama la atención la apretada fila de largos mechinales para triple superposición de vigas, que sobresalían formando una galería que recorrió todo el perímetro de la torre. El último piso es destacado por una línea de impostas. Los materiales, menos compactos, quizá indiquen una ampliación posterior del cuerpo bajo. Las almenas, con pequeñas saeteras, aún permanecen en buen estado. En los cuatro parámetros se abren contados vanos con el clásico arquillo apuntado, así como varias saeteras, algunas muy rasgadas. El interior está completamente desmantelado. Los muros disminuyen de grosor a medida que ascienden. Al comienzo del patín se encuentra el segundo cuerpo del castillo. El hecho de estar yuxtapuesto, la peor calidad de los materiales, las ventanas adinteladas o de arco de medio punto indican claramente que es una obra posterior, seguramente del siglo XVI. A través de un arco ojival, interiormente rebajado, se pasa a un callejón desde el que se accede a un patio o quizá una barbacana y al segundo cuerpo mencionado que pudo servir de caballeriza o almacén. Se encuentra muy destruida. La torre es de mampostería tendiendo al sillarejo que en los vanos es especialmente de buena calidad.

Quinta México tiene un jardín recercado, planta cuadrada y tejado a cuatro aguas, consta de tres alturas, una arcada de dos arcos de medio punto en uno de sus frentes, tiene algún elemento culto en su fachada. Situada en la mitad del paseo de la Castellana. Es una casa de grandes dimensiones encalada y enfoscada en parte. De su patrimonio cultural destaca la forma de vida, costumbres y tradiciones de la comunidad pasiega. Está localizada en un área muy característico; se trata de la zona norte de este municipio, donde confluyen los ríos Trueba, Lunada, Lasia y Rioseco y que es conocida por la zona de los cuatro ríos pasiegos o por las Machorras. Es una amplia zona montañosa dedicada a la ganadería, que condiciona su forma de vida. Los pasiegos repiten una explotación sucesiva cuatro veces al año, practicando un sistema de trashumancia. En este paisaje abundan los pastos y tierras destinadas a la explotación ganadera que se separan mediante tapias de piedra. El pasiego tiene dos o más cabañas, una para el invierno y otra para el verano. La casa de invierno está situada en un núcleo de población del municipio. La de verano, conocida como cabaña pasiega, es una edificación única, aislada, de acusada forma rectangular, con tejado a dos aguas y caballete en sentido de la mayor dimensión, al tiempo que perpendicular a la fachada. Es una construcción con piso bajo y alto, escalera exterior, muchas veces sin baranda. Son edificios de cal y canto, siempre en medio o al margen de un prado, a su vez cercado de pared de piedra. Su localización preferente son las solanas de estos valles o ríos citados. Al lado de este tipo señalado perviven otros de menor tamaño que apenas resaltan del suelo, más cúbicas y, localizadas junto a las rectangulares de mayores dimensiones. Son los restos de las cabañas y casas del pasado. La discontinuidad es el rasgo más señalado de este habitat pasiego montañés.

LA HISTORIA E EN ESPINOSA DE LOS MONTEROS

- La historia: Su origen hay que situarlo en los primeros momentos de la repoblación medieval, pues en el año 800 el abad Vitulo ocupa el área de Espinosa y ya se cita el núcleo en el año 816. A comienzos del siglo XI pertenece al monasterio de Oña, al ser incluidas dentro de las donaciones que se realizan para su fundación, y será Alfonso VI quien la impulse y reedifique más adelante. El apelativo de los Monteros, según la tradición, lo recibirá tras el intento de asesinato del conde don Sancho García; gracia a un espinosiego el Conde salvó su vida. El conde como muestra de su gratitud crea un cuerpo de Monteros de Cámara, encargados de hacer la guardia a la persona real durante la noche. Será con el señorío de los Velasco cuando la villa adquiera ya, un cierto desarrollo del que son índice la serie de casonas solariegas, palacios e incluso, casas- fuertes de dicha época, que hoy persisten en el núcleo, a las que se suman el propio castillo de los Velasco y la iglesia parroquial. Todo este conjunto de edificios residenciales destacados le confieren a la villa un claro carácter nobiliario. La Villa tiene el privilegio de celebrar los mercados semanales los martes, día que se congrega numeroso público, generalmente ganaderos, que animan el mercado y el recinto ferial de ganado.

DEPORTES, OCIO, TRADICIONES, FIESTAS Y GASTRONOMIA EN ESPINOSA DE LOS MONTEROS

- Deportes y ocio: La Villa de Espinosa de los Monteros dispone buenas infraestructuras deportivas: polideportivo municipal, campo de fútbol del Trueba, piscinas municipales, boleras de tres tablones "El Pedrero", frontón, circuito de autocross, pistas deportivas en los colegios públicos y las conocidas pistas de Ski de Lunada, situadas a 15 kilómetros de Espinosa y que cuentan con servicios de bar-cafetería, escuela de esquí, alquiler de material deportivo, guarda-esquíes y varios remontes mecánicos. El medio natural ofrece grandes posibilidades para los amantes de los deportes en contacto con la naturaleza, como el senderismo y montañismo, la bici de montaña, la caza y pesca, la espeleología y el ski (nórdico y de travesía). Muy próximo a la villa, junto a la carretera de Baranda, en el Robredal, están situados el albergue, las piscinas y una gran zona de acampada, antiguo campamento de la O.J.E. En la salida hacia Lunada, junto al ferial de ganado, hay una pequeña zona de recreo con merenderos, mesas y cocinas. Los tres puertos de montaña que comunican con Cantabria, tienen miradores con muy buenas vistas.

- Tradiciones y fiestas: El mercado semanal y la feria ganadera (recinto ferial) de los martes es obligada para los habitantes del entorno. La Romería de Nuestra Señora de las Nieves es una fiesta de carácter popular que se celebra el día 5 de agosto. Es la fiesta de la comunidad pasiega. Se realiza una danza en la que intervienen varios personajes jóvenes: el Mayoral, el Bobo, el Rabadán y ocho danzantes. Tras la misa comienzan los bailes, entre los que destacan el Pasacalles, el Ahorcado y el Caracol. Esta fiesta, de gran interés turístico, congrega a numerosos romeros de ambas partes de la Cordillera Cantábrica. Espinosa de los Monteros celebra numerosas y animadas fiestas a lo largo del año: Martes de Carnaval y Entierro de la Sardina; Nuestra Señora de Berrueza el 15 y 16 de agosto; San Nicolás (fiestas patronales) los días 8, 9, 10 y 11 de septiembre; y Santa Cecilia el 22 de noviembre. El resto de las localidades también tienen fiestas patronales: Para el 30 de junio San Marcial (ya no se celebra); Santa Olalla el 4 de junio, Pascua de Pentecostés (ya no se celebra); Barcenas el 22 de julio, la Magdalena; Las Machorras el 5 de agosto, Nuestra Señora de las Nieves; y Quintana de los Prados el primer domingo de septiembre.

- Gastronomía: La villa tiene una gran fama gastronómica. En repostería son muy conocidos los sobaos pasiegos, las italianas y las quesadas. Los derivados de la leche son de gran calidad: mantequillas, queso fresco, queso curado y leche. Otros productos gastronómicos que gozan de gran fama son la morcilla y las anchoas. Las setas están muy cotizadas, sobre todo las de abril o perrochico.





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