jueves, 5 de noviembre de 2009

merindad de sotoscueva

La Merindad de Sotoscueva al norte de Burgos, se caracteriza por sus fuertes contrastes. En la amplia depresión del Norte domino un paisaje de pastizales verdes alternados con bosques de hayas, robles y pinos. En esta zona, al pie de la cordillera cantábrica, la ganadería sido el modo de vida de sus gentes.

En los Vallejos calizos de la parte sur de la Merindad, los arroyos y torrentes han favorecido el fenómeno karstico y la aparición de abundantes grietas que han dado origen a simas, barrancos, sumideros y Cuevas

Algunas de estas cavidades, conectadas entre sí, forman un gran complejo karstico que, distribuido en seis niveles y con casi 100 km de desarrollo, está incluido entre los más extensos del mundo: Ojoguareña..

En su interior existen muestras de todas las culturas que han poblado este territorio: grabados, restos de pinturas rupestres, cerámicas, armas, e incluso huellas de nuestros antepasados.

Desde sus orígenes, los concejos de los regidores de la Merindad han cambiado de escenario.

Primero se celebraron en torno a una encina sagrada; en 1616 se trasladaron a una cueva cercana a la ermita de San Bernabé; finalmente 1924 se pasó al nuevo edificio del ayuntamiento, ubicado en Cornejo.

Además del complejo de Ojoguareña, declarado monumento natural en 1996, en este templo territorio encontramos lugares de elevado valor ambiental, como los barrancos de Dulla, el río Nela, el Valle de la Engaña, los Montes del Somo con los escarpados desfiladeros de las diaclasas o del arroyo de la Hoz.

El mejor ejemplo románico de la Merindad se encuentran Butrera, y destaca por la calidad de la talla de los canecillos, capiteles, ventanas y relieves.

Entre este agradable medio natural, los pequeños pueblos, salpicados por el valle, han sabido conservar el modelo de casa montañesa, formada por una sus muros de mampostería, pequeños manos y una solana de madera, que a veces es doble.

En ciertas ocasiones, un tejadillo cubre la puerta de acceso a un patio interior a la casa. A veces encontramos elementos cultos como arcos, ventanas apuntadas y escudos, en algunas construcciones.

La rica arquitectura popular se constata en los numerosos ejemplos de lavaderos, potros, fuentes, Molinos y boleras, que como la de Entrambosrios, ésta cubierta.

El senderismo y la bici de montaña gozan de buenos espacios para su práctica. El Nela y el Trema ofrecen buenas zonas naturales de baño, en las que, además, es posible pescar o navegar en piragua. Los bolos y el frontón son deportes autóctonos.

El sábado siguiente al día 11 de junio, se celebra la romería de San Bernabé, la más importante de las Merindades. A ella se acercan lugareños y gentes de provincias limítrofes. En el verano varias localidades rinden honores su patrón. Los alojamiento rurales y la gastronomía gozan de buena forma.


Butrera.
La iglesia románica de nuestra Señora de Septiembre está declarado monumento nacional debido a la calidad de su talla, apreciable en los canecillos de temática variada y relieves de Adán y Eva en el paraíso. En el interior conserva capiteles estudiados y otras tallos de gran valor, como el relieve de la adoración de los Reyes magos y una talla románica de la Virgen.

Pereda.
Guarda restos de casonas del siglo XVIII, de los Pereda y Ruiz Pereda.

Bedón. además de su iglesia existe un taller artesano de velas de diferentes aromas.

Hornillayuso. Conserva varias casonas de los siglos XVII y XVIII.

Hornillalastra. La localidad se encuentra cercana al desfiladero del arroyo de la Hoz.

Hornillalatorre. La casa popular, a veces incluye blasones y dobles Solanas.

Barcenillas de Cerezo.
Este núcleo se caracteriza por su aislado caserío, influencia de la vecina Cantabria.

Herrera y Redondo . Los dos núcleos se ubican al pie de la cordillera, rodeados por pastizales y bosques. Bolera.

Quintanilla del Rebollar.
Entorno una fuente abrevadero del siglo XIX, se extiende este armonioso conjunto, y no de casas con portalones, espléndidas Solanas y escudos.

El Rebollar.
Pequeña entidad ubicada en un tranquilo paraje.

Cornejo.
Accedemos a la capital de la Merindad por el desfiladero de las diaclasas. Los portalones y varios escudos adornan las casas de estilo montañés.

Quisicedo .
En torno a la esbelta torre medieval de los Velasco, se intercalan espléndidas casonas de sillar y casas populares. La iglesia de Santiago apóstol conserva parte románica.

Villabáscones y Quintanilla.
En ambos conjuntos el caserío se dispersa entre muros de piedra que delimitan huertas y pastizales. Bellos conjuntos para amantes de pueblos que conservan todo su sabor.

Vallejo. Bajo la iglesia de San Capriaso, en lo alto del pueblo, se distribuye todo el caserío.

Entrambosríos y La Parte.
Las bellas localidades están adornadas por casonas, herradero y una de las escasas boleras cubiertas de Burgos.

Cueva.
Sus casas montañosas destacan por su Solanas. En las cercanías se emplaza la ermita de San Bernabé.

Villamartín.
Rodeado por un extenso encinar se ubica esta tranquila población.

Linares, Ahedo y Cogullos.
En sus tradicionales casas, algunas de sillar, aparecen portalones, escudos y Arcos.

Quintanilla Valdebodres.
Un arroyo nace en el pueblo junto a sus populares casas, en las que la solana es su elemento más representativo. La visita es obligada.

SobrePeña.
Cercano a este armonioso conjunto se alza la ermita de la Paz.

Nela.
Lugar para recordar por la belleza del entorno que le rodea, a las orillas del Nela.

Paseando por Sotoscueva. Ojoguareña

Desde cueva, el empinado camino nos acerca a la ermita de San Bernabé. Antes es posible descender al sumidero del río Guereña. Ya en el alto, la vista es magnífica. A pocos metros, hayamos la famosa encina de conejo.

Descendemos por la carretera hasta la sima de Dolencias. De aquí podemos seguir por la carretera a Cornejo o adentrarnos entre las encinas en busca de Palomera donde es fácil perderse.

Junto al cauce seco del Trema, una estrecha senda nos dirigía las diaclasas. Pasando las grietas, y en la orilla izquierda, un sendero se pierde entre pastizales antes de llegar a Quisicedo (el acceso hasta el pueblo es complicado). El camino del cementerio nos acerca de nuevo a Cueva.

EL ARTE EN LA MERINDAD DE SOTOSCUEVA

- Arte: En el municipio destaca por su interés histórico, arqueológico y cultural el complejo kárstico de Ojo Guareña. En su interior se han recogido muestras de todas las culturas: grabados, pinturas rupestres y restos de cerámicas y armas. Además de su riqueza arqueológica, el interior de Ojo Guareña posee espectaculares formaciones geológicas y una peculiar fauna con ejemplares de invertebrados únicos en el mundo. Debido a la importancia arqueológica y ambiental, todo el conjunto esta incluido dentro de la Red de Espacios Naturales de la Junta de Castilla y León. Actualmente, la única parte que se puede visitar de su interior es la Ermita de San Bernabé, dónde unas curiosas pinturas murales datadas en los siglo XVII y XVIII, cuentan los martirios y milagros de San Tirso. Junto a la ermita, se haya la Sala del ayuntamiento, utilizada como lugar de sesiones hasta 1924 en que se trasladó a Cornejo. El mejor ejemplo del románico de la merindad se localiza en la iglesia de Butrera, que conserva los distintos elementos constructivos, además de los interesantes detalles escultóricos, como canecillos, capiteles, ventanas y un alto relieve de la Adoración de los Reyes Magos. En otras localidades las iglesias cuentan con restos románicos. Los pequeños y bellos pueblos de la Merindad, han sabido conservar con el paso del tiempo, una arquitectura popular de gran interés influenciada por el modelo de "casa montañesa". Esta arquitectura utiliza gruesos muros de mampostería (algunas veces son de sillar), con pequeñas ventanas y una solana de madera. En algunas casas, una gran puerta de madera cubierta por un tejadillo, da acceso a un patio anterior a la vivienda. En varios pueblos encontraremos casas con elementos cultos como ventanas, arcos y escudos. Igualmente perviven sin uso otras construcciones típicas del mundo rural como lavaderos, fuentes, potros y boleras.

Haedo de Linares: En las edificaciones del pueblo hay empleo de sillería y mampostería con algunos balcones corridos o galería de madera en algunos casos, empleo de estructura de madera vista, adobe o mampostería. Una casona con escudo. Algún arco de medio punto en las puertas de entrada.

Barcenillas de Cerezo: Pueblo muy disperso como corresponde a los núcleos ganaderos del Norte de la Merindad. Tiene casas grandes de planta cuadrada, con cubiertas a dos aguas, patios con portalones de dos alturas. La pequeña iglesia de Sta Ana y San Martín es de estilo popular.

Bedón: Posee una gran iglesia de una nave con pórtico adosado a ella de dos arcadas de medio punto y portada renacentista. En el pueblo tiene su taller un artesano que fabrica velas de diferentes formas y olores, es alemán y su empresa se denomina Tube Velas.

Butrera: El núcleo urbano se esparce en la ladera de la montaña mientras su iglesia parroquial de Nuestra Señora de Septiembre (Declarada en 1983, 22 de Marzo BOE) se asienta en la zona llana. La misma se nos presenta como un todo compacto de volúmenes individualizados y singulares. El edificio que contemplamos en la actualidad está realizado con sillería de aparejo regular y presenta planta de cruz griega, una nave con crucero. El ábside, uno de los volúmenes más señalados del conjunto, se compartimenta en cinco paños mediante cuatro contrafuertes prismáticos, aunque en la actualidad, uno de ellos no se ve al estar adosada la sacristía, ventana en el paño central. Portada en lateral a los pies de la nave. los capiteles de la portada han llegado a nosotros en muy mal estado, pero puede apreciarse en ellos un guerrero y aves afrontadas. Exteriormente en el muro cercano al atrio hay un gran relieve muy deteriorado y tosco, que representa a Adán y Eva en el paraíso, arriba de ellos, un árbol extiende sus ramas de las que penden manzanas. Interiormente, todo el templo se aboveda: medio cañón y horno ligeramente apuntados en el ábside, arcos torales y formeros con capiteles historiados. El crucero es un elemento muy resaltado en el conjunto y se apea sobre cuatro gruesos pilares dando la impresión de que se hubiese planeado levantar sobre él una torre. El ábside y el templo, aunque ambos románicos, parecen ser de distinto momento. La armonía de volúmenes, las equilibradas proporciones y la maestría técnica son algo que está presente en esta arquitectura que nos invitará a degustarla pausadamente, sin prisas. En cuanto a la escultura monumental, los canecillos del ábside destacan por la calidad de su labra y lo acertado de sus esquemas compositivos; los acantos, la lucha de Sansón y el león, el grifo, las figuras humanas de pausado caminar y elegante forma de volver la cabeza. Empotrado en el muro norte de la nave, hay un Relieve de la Adoración de los Reyes Magos de gran tosquedad, las figuras son algo rechonchas, pliegues gruesos, cabezas algo inexpresivas. Talla de la Virgen: efigie románico bizantina del siglo XII; hermosa y gran imagen de la Virgen en piedra y exenta, pero para ser colocada adosada a un muro ya que la parte posterior no está trabajada. Está bajo el arco de la ventana central del presbiterio.

Cogullos: Las edificaciones son en su mayoría de piedra sin encalar, con huertos recercados en el centro del núcleo. Muchas casas con entramados de madera y edificios auxiliares. Iglesia de San Pedro, Fuente abrevadero.

Cornejo: Capital de la Merindad, con buenas casas armeras, iglesia de San Juan Bautista de los siglos XVI y XIX con altar renacentista. Por lo general, las edificaciones son bastante grandes, con empleo de sillería y mampostería, encontramos numerosas solanas. Varias casonas de diferentes épocas, con escudos y decoración diversa: algunas casas con ventanas apuntadas, otras con escudos de las familias Arredondo, Marañón, Pereda, Ruiz-Cotorro. Fuentes públicas. El cauce del río Trema se filtra en el suelo, antes de llegar a esta localidad, en los sumideros que se localizan en las Diaclasas, volviendo otra vez a emerger en las surgencia de la Torcona.

Cueva: En el pueblo encontramos la arquitectura popular propia de la Merindad, en la que destacan las solanas. La ermita de San Roque, de estilo popular y escaso valor artístico, se encuentra del cruce con la carretera C-6.318. La iglesia parroquial es la de Santa Juliana. En las proximidades de la localidad, se encuentra la Ermita de San Bernabé.

Cueva: Ojo Guareña es el nombre de un gran complejo kárstico que por su importancia está declarado Monumento Histórico Artístico e incluido como Monumento Natural dentro de la Red de Espacios Naturales de Castilla y León. Dada la gran fragilidad de su ecosistema, no se permite la entrada al interior. La única parte visitable es la Ermita y un pequeño tramo de galería que conecta con la Sala de Ayuntamiento. Este complejo kárstico se compone de 89 km de galerías topografiadas, distribuidas en seis niveles y comunicadas entre sí, lo que le convierte en el primer conjunto de España y uno de los más importantes del mundo. Existen numerosas entradas al complejo, entre ellas la Sima Dolencias (de 60 m. de profundidad) situada a 100 m. del cruce de Villamartín y protegida por una alambrada, la dolina de Palomera muy cercana a la anterior, Huesos o la más conocida Gruta de San Bernabé donde se encuentra la ermita. Muy próximo, pero sin conectar con la red principal, se encuentra otro conjunto de 10 km donde destaca la cueva de Kaite. Las primeras exploraciones espeleológicas se llevaron a cabo en 1956 por el grupo Edelweiss de la Diputación de Burgos. En la parte baja del valle ciego de San Bernabé, justo debajo de la ermita, se encuentra el famoso "ojo" o sumidero, bello paraje natural donde se introduce el río Guareña en la roca caliza. Este río, junto con su compañero el Trema han sido los constructores de todo el complejo de simas, galerías, lagos y ríos subterráneos mediante fenómenos de disolución química. Estas cavidades y sus alrededores han tenido usos múltiples a lo largo de la historia, han servido como lugar de culto y santuario desde el Paleolítico hasta nuestros días, hábitat en la prehistoria, y lugar de reunión del concejo de la Merindad durante cerca de 1000 años. En el interior del complejo se han recogido muestras de todas las culturas que se han ido sucediendo en la Península durante la Prehistoria. En varias salas se conservan grabados y pinturas rupestres del paleolítico y pospaleolítico y de la Edad del Bronce. Hay numerosos restos arqueológicos como cerámica, armas, huesos, e incluso un conjunto de huellas fosilizadas de pies descalzos de hombres prehistóricos, con un recorrido bastante largo. Además de su riqueza arqueológica, el interior de Ojo Guareña posee espectaculares formaciones geológicas y una peculiar fauna con ejemplares de invertebrados únicos en el mundo. Llegando desde Cornejo y situándonos en el borde del cortado se desciende por el camino que parte a la derecha hasta el Santuario de San Bernabé. La primera de las entradas que encontramos a la derecha es la Sala del Ayuntamiento, utilizada como lugar de sesiones desde 1616 hasta 1924 en que se trasladó el Ayuntamiento a Cornejo; actualmente se utiliza con ocasión de la Romería. Antiguamente, las reuniones del concejo se realizaban alrededor de la encina sagrada que estaba situada en lo alto de la peña y que fue talada por ser resabio de cultos paganos. De las escaleras situadas al lado del púlpito parte un sendero que nos conduce al sumidero del Guareña, en la parte baja de este valle ciego. La Ermita rupestre de San Bernabé conserva en su interior el altar principal con la talla de San Tirso -primera advocación de la ermita- del siglo XIII. Toda la bóveda natural está decorada con pinturas realizadas en 1705 y que narran los suplicios sufridos por San Tirso. Una cenefa lateral ilustra once milagros atribuidos a San Tirso, datados en los siglos XVII y XVIII. Dentro de la ermita y en algunas galerías aledañas, hay unos hoyos en forma de tinaja que los especialistas atribuyen a silos o posibles enterramientos. En una de las galerías adyacentes se encuentra la llamada pila del Santo, según la tradición estas pilas se llenan milagrosamente por intercesión del Santo; por eso es agua milagrosa que sirve para curar enfermedades, sobre todo de la vista. También resulta curioso toparse con una reproducción del Santo Sepulcro realizada en 1957. Entramborios: Entre los elementos de arquitectura popular de este núcleo de características montañesas, podemos destacar la bolera cubierta fechada en 1878. El caserio guarda las mismas características constructivas que en el resto de los pueblos de la parte norte de la Merindad.

Herrera de Redondo: Casas con solana y patios recercados.

Hornillayuso: Casas de pequeño tamaño, algunas con solana. Varias casonas blasonadas fechadas en los siglos XVII y XVIII. Capital de las Cinco Villas y con un molino en desuso, el cual funcionaba con las aguas de las resurgencias de la Torcona.

Hornillalastra: Casas con solana y miradores. Varias con estructura de madera vista y arcos apuntados.

Hornillalatorre: Pilón de 1882. Las edificaciones conservan las características propias de la zona, con grandes portalones de entrada al recinto que separan el patio de la propia entrada a las casas, tienen solanas protegidas a los lados con sillar. Uso en las construcciones de sillería y mampostería, con estructura de madera vista. Algunas con ventanas de aspillera. Casas con escudos y con ventanas apuntadas góticas.

Linares: Bella iglesia románica con interesante espadaña. Las casas no están encaladas, tienen grandes vanos, cuerpos volados y balcones con edificaciones anejas para guardar aperos de labranza. Estructuras de madera vista, tejados a dos aguas, plantas rectangulares. Solanas protegidas con sillar en los costados, a modo de cortafuegos.

Nela: Varias casas de interés. Casas grandes, de plantas cuadradas, tejados a dos aguas, con solanas, patios recercados, entramados de madera. Entradas a los patios típicas de la zona de Sotoscueva, gran portón y tejados en su parte superior. Iglesia de una planta, con espadaña a los pies, dos cuerpos para campanas, cubierta por detrás con madera y un tejado.

Pereda: Restos de casonas del s. XVIII. de las familias Pereda y Ruiz de Pereda. El valioso tríptico de la iglesia se encuentra en el Museo Diocesano de Burgos.

La Parte: Pueblo disperso, adaptado a la gran dificultad del terreno. Iglesia de San Antonio.

Quintanilla: Solanas de madera. Iglesia de Ntra. Sra. popular, ss XX, XVI, XVIII, XIX.. Iglesia de una nave con cabecera poligonal con contrafuertes góticos de los siglos XVI XVII, tardía.

Quintanilla del Rebollar: Iglesia de San Clemente: barroco neoclásico altar renacentista XVI. En la capilla de los Velasco-Peña, estatuas orantes de los fundadores y Virgen románica. Interesante arquitectura popular rural. Casonas del XVII y XVIII. Fuente abrevadero del XIX. Casas típicas son grandes y se caracterizan por las solanas y dobles solanas y grandes aleros; algunas están encaladas pero en su mayoría la fábrica es de piedra con estructuras de madera vista. Construcciones grandes, tejados a 2 y 4 aguas. Suelen ser de dos plantas más altillo. En muchos encontramos patios recercados, con entrada típica con tejadillo y puerta cuadrada grande. Hay muchas casas señoriales, unas con escudos. En su mayoría utilizan mampostería, sillería y algunas con sillar. Hay una casona datada en 1537.

Quintanilla de Valdebodres: Aparte de una capilla diminuta, con la Virgen del siglo XII expuesta tras la reja a la veneración de los transeúntes, ofrece la curiosidad de que junto a su casco urbano brota una copiosa surgencia, creando allí mismo caudaloso arroyo capaz de mover viejos molinos, ahora ya sin uso. Interesante arquitectura popular muy cuidada. Tipología constructiva de sillería y mampostería y en ocasiones estructura de madera vista, con ejemplos de arquitectura popular, pasadizos y cuerpos volados, algunas solanas o balcones de madera. Casas de planta rectangular y de considerable tamaño. Molino reconstruido en 1989.

Quisicedo: Posee enormes casas de estilo indiano de sillar y sillarejo, con grandes jardines, de noble e incluso elegante prestancia. El torreón de los Velasco tiene planta cuadrada, tres alturas, tejado a cuatro aguas, puerta y ventanas apuntadas y un edificio anexo de dos alturas, sillería y sillarejo en la torre. Mampostería y sillarejo en el edificio anexo. En el barrio de abajo humilladero primitivo y restos de una antiquísima calzada. Dos fuentes, una de ellas arriba del pueblo con abrevadero. Bolera. Frontón. Iglesia de Santiago de los siglos XII, XVIII y XIX, con ábside románico semicircular del siglo XII. Tiene grandes canes de labra muy tosca en línea de impostas ajedrezado. Tiene dos naves, torre a los pies, dos huecos para campanario. Portada lateral con arco de medio punto del siglo XVIII renacentista.

El Rebollar: conserva la iglesia de la Virgen de la Cruz del siglo XIV con campanario y dos portadas, una románica y la otra ya gótica.

Redondo: Iglesia de Santiago y San Cristóbal.

Sobrepeña: El pueblo posee casas grandes de plantas cuadradas con balcones o solanas. Estructuras de madera vista, tienen grandes vanos rectangulares y tejados a 4 aguas. Viniendo de Nela y en un alto, se encuentra la ermita de la Paz de los ss XVIII y XIX, consta de una nave de planta rectangular con dos bóvedas góticas estrelladas; el altar mayor es barroco. En el pueblo se encuentra la iglesia de San Juan Bautista, de estilo popular. A 2 km existe una fuente de agua sulfurosa.

Vallejo: Casas de piedra de dos plantas alguna con solana y encaladas. Iglesia de San Caprasio. Ermita XVII, imagen de Cristo camino del Calvario traída de Méjico en 1721.

Villabácones: Casas de piedra unifamiliares, muchas enfoscadas y encaladas, de 2 y 3 plantas con solanas, plantas cuadradas y en L con patios recercados y pórticos en las entradas. Iglesia muy reformada con pórtico de 3 arcadas, reloj de sol sobre él datado en 1775.

Villamartín: En los muros exteriores de la iglesia vemos el único vestigio de su pasado románico: la inscripción que recuerda como el 10 de Agosto del año 1175 (era 1213) el obispo de Burgos don Pedro dedicó este templo a San Esteban. Casas grandes con entramados de madera, algunas con solana, en su mayoría sin encalar. Tejados a dos aguas, planta rectangular, patios recercados, entradas a los zaguanes típicos de la zona. Otros edificios religiosos: Ermita de Santa Marina e Iglesia de San Esteban, fuente abrevadero popular.

LA HISTORIA EN LA MERINDAD DE SOTOSCUEVA

- Historia: Las cuevas han tenido una gran importancia en el desarrollo histórico del municipio. En torno a ellas ha girado la vida de sus habitantes. Esta espectacular acción de la naturaleza ha provocado que las cuevas hayan sido un poderoso atractivo para la población que históricamente ha habitado estas tierras y por lo tanto un referente en la vida social, cultural y religiosa a lo largo de toda la historia de la Merindad, hasta el punto de darle nombre: Sotoscueva (bajo la cueva). En el interior del complejo de Ojo Guareña hay muestras arqueológicas desde la Prehistoria. La Merindad de Sotoscueva es una de las siete antiguas Merindades que forman Castilla. La Ermita de San Bernabé tiene unas curiosas pinturas murales datadas en los siglo XVII y XVIII, cuentan los martirios y milagros de San Tirso. Junto a la ermita, se haya la Sala del ayuntamiento, utilizada como lugar de sesiones hasta 1924 en que se trasladó a Cornejo. Antiguamente, las reuniones del concejo se realizaban alrededor de la encina sagrada que estaba situada en lo alto de la peña.

DEPORTES, OCIO, TRADICIONES, FIESTAS Y GASTRONOMIA EN LA MERINDAD DE SOTOSCUEVA

-Deportes y ocio: Podemos bañarnos en las piscinas de Quintanilla Sotoscueva. Algunos pueblos disponen de bolera, en algunos casos cubierta, y Quisicedo tiene un frontón. Para los amantes de los deportes al aire libre, el medio natural ofrece amplias posibilidades para la caza, el senderismo y la bici de montaña. En la ribera del Nela, en la zona cercana a la localidad de Nela, es posible disfrutar de su buena zona de baños, pescar y realizar paseos en piraguas. Hoy en día el entorno de la ermita de San Bernabé se encuentra acondicionado con aparcamientos y zonas de recreo.

- Tradiciones y fiestas: El gran peso de la tradición mistérica y religiosa hace que existan un gran número de leyendas y tradiciones de remotos orígenes que nos hablan de brujas, seres sobrenaturales, propiedades maléficas o benéficas de las cuevas, apariciones de santos etc. La romería de San Bernabé, la más importante de la comarca, celebrada el sábado siguiente al día 11 de junio, congrega a miles de personas del entorno y provincias limítrofes. Ese día tras la Misa Mayor y las actuaciones folklóricas de los grupos de danzas, las familias y los grupos de amigos realizan su comida campestre. También durante los meses veraniegos varias localidades celebran sus fiestas patronales que incluyen animadas verbenas.

- Gastronomía: En general, en el municipio destaca la elaboración de los productos cárnicos como morcillas y chorizos




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